UN PREMIO

Con el penal de Ortigoza, San Lorenzo le ganó a Vélez en, casi, la última jugada del partido y todos contentos.

Insúa dijo en conferencia, palabras más palabras menos, que el resultado fue merecido y un premio a la búsqueda del equipo; bueno, me parece un montón. Y además agregó que el equipo tuvo varias situaciones de gol en cada tiempo, segunda irrealidad o exageración mayúscula. Pero, claro, ganó sobre el final, con el suspenso del VAR, la entrada de Orti casi como el arquero holandés en aquella definición mundialista y el Bidegain se fue feliz. Pero bajemos a la tierra y sepamos que, a pesar de todos los méritos, que los hay, de tener 34 puntos, de haber caído sólo una vez en casa y haber recuperado o inventado jugadores (caso Braida), si el partido hubiera sido el decimocuarto empate las sentencias hubieran sido: “no gana nunca”, “aburre”, “no le hace un gol a nadie” o “San Lorenzo es inmirable”.

No coinciden dichos y hechos.

Y, perdón la sinceridad, yo estoy más con todo esto último porque es lo que sucede la mayor parte del tiempo. El dibujo táctico de Insúa no rinde, quedó comprobado. Amén de lo que diga el DT micrófono en mano, nunca supera a los rivales con claridad ni arma situaciones claras de gol; la evidencia: ayer en el primer tiempo sólo tuvo ese tiro ancho de Barrios a la carrera, es todo. No hubo “varias situaciones”, fue sólo esa y no califica como “clarísima”. La disposición de los jugadores propuesta deja un espacio muy grande entre los volantes internos y Bareiro que siempre es terreno fértil para que el rival maneje la pelota y, al mismo tiempo, provoca choques entre Barrios-Braida y, en menor medida, Cerutti-Giay (quien suele meter una diagonal al centro de vez en cuando). En mi opinión, los dos ofensivos externos, alternadamente, deberían ir a posición de enganche para no terminar siempre tirando centros forzados. Y cuando entra Martegani, también lo tira a una banda, aunque también es muy verificable en los partidos que Elías y Méndez nunca aparecen ni cerca de la medialuna rival. Con lo poco que hay, igual faltan variantes (de esquema, de pelota parada, de jugadas ensayadas).

Los tres puntos en casa, gran mérito, aunque el funcionamiento no lo explique en proporción. Muy buen partido de Braida, los centrales siguen firmes con Batalla sobrio atrás y, por último, la entrada de Vombergar generó más que todo lo anterior de Bareiro. Modesto partido de Barrios, Cerutti y el resto del equipo. El broche del final con el ingreso especialista de Ortigoza es un premio para la gente de San Lorenzo que sigue bancando al equipo y tuvo la recompensa a tanto frío y poco juego. A San Lorenzo lo salvó el VAR del empate #14, con esa última llegada al fondo de Malcom y el anticipo esloveno. Sigue faltando mucho, pero la alegría no se negocia, volvemos a estar entre los primeros 10 de la tabla (al menos un rato) y en la semana se viene el Lobo de Pipo. Disfrutemos hasta entonces.

Ortigoza y Braida, los más efectivos.