DI  RI  GEEEEENTES…

La hinchada azulgrana volvió a cargar contra los responsables del barco azulgrana, que hace tiempo viene hundiéndose.

Los malos manejos dirigenciales, los pésimos mercados de pases y los resultados deportivos, no les da alivio a los máximos dirigentes del club, que cada partido de local, sufren como si fuera una final.

La gente se cansó y el descenso está a la vuelta de la esquina. Jugadores que no son de renombre le traen problemas legales a la institución por incumplimiento de algunos pagos. El mundo del fútbol ya los conoce, ya saben quiénes son y cuáles son las probables consecuencias de venir en este momento a un club como San Lorenzo.

El club está fundido por malos manejos, por pagar jugadores sobrevalorados que no rindieron nunca con la casaca azulgrana. Los hinchas dijeron “basta” y piden las elecciones anticipadas. Si bien el estatuto respalda al oficialismo, esta no es la dirigencia que se votó en las últimas elecciones. Marcelo Tinelli renunció a su cargo y el timón lo tomó Horacio Arreceygor. Lo primero que dijo el mandamás azulgrana fue: “Se viene una etapa de mucha austeridad en San Lorenzo”, eso se nota. Lamentablemente, la austeridad nos va a llevar al descenso y la gente lo está avisando en cada partido. Por eso quiere un cambio de rumbo.

Durante los primeros días de mayo, Matías Lammens dijo: “Creo que lo mejor para el club es que se vuelva a elegir a sus autoridades” y hace cinco días, reafirmó su idea: “Ante la salida de Tinelli de San Lorenzo, se debe llamar a elecciones si o si este año para normalizar la situación institucional”. A pesar de los reiterados pedidos, es el mismo oficialismo quien se niega a que eso suceda.

Sin intención de demostrar algún cambio, en el partido contra Tigre sucedió un hecho insolito: Ricardo Saponare y otros miembros de su agrupación fueron detenidos por colgar una bandera en la platea norte alta. Esta misma, dejaba un insulto para el oficialismo.

Estamos a cuatro días de empezar el séptimo mes del año y la conducción actual no muestra indicios de querer dejar el sillón presidencial que ocupa hace diez años. Si bien Lammens afirmó su intención, el presidente se niega y deberá idear un plan rápidamente para enderezar el Titanic. Los músicos, ya están tocando las últimas estrofas y el agua, ya nos llega al cuello.