San Lorenzo, como marca la historia, le ganó a Boca

El Ciclón fue un poquito más que un Xeneize sin ideas y con poca actitud. Los de Insua ganaron con un gol de Leguizamón a los 9 minutos para delirio de todo Boedo. 

San Lorenzo y Boca reeditaron un, ya viejo, partido clásico. En ésta ocasión, y como manda la historia, ganó papá: San Lorenzo 1-0 Boca Juniors en un partido muy friccionado pero jugado como todo clásico. 

La primera mitad estuvo bien cargada de emociones, ya que el encuentro comenzó y terminó muy frenético. Los primeros segundos de partido, parecía que el local se llevaría puesto al visitante con su actitud a la hora de jugar. Aunque, entre medio a los 5 minutos, se realizó un corte de luz en el estadio y el partido estuvo demorado unos pocos instantes. En la reanudación del juego, llegó el gol que abrió la historia: pase largo de Rafa Pérez que parecía salir de la cancha, pero picó dentro del campo, Justo después de la increíble lesión de Bruno Valdéz (se lesionó solo yendo a buscar esa pelota). Leguizamón, ni lento ni perezoso, la capturó después del pique y se fue directo al gol. Si bien tiró el centro al medio, la pelota se desvió en otro defensor y se clavó bajo los tres palos para el grito sagrado de toda la hinchada azulgrana. ¿El gol era justo? Seguramente no, pero por la diferencia de concentración en cómo salieron a jugar ambos equipos, estaba justificada la ventaja. Después de los 10 minutos, Boca intentó bajarle la intensidad al partido tocando por abajo y lo logró. Ya después de eso, el juego fue parejo y hasta la visita tuvo sus chances. Primero fue Langoni que tuvo la más clara pero definió a las manos del siempre bien parada Batalla. Lo más flojo del Ciclón era la “Roca” Sánchez, que nunca pudo hacerle honor a su estilo y sufrió en cada ataque Xeneize. El mediocampo era de transición, cuando los de Insua la agarraban intentaban saltar líneas lo más rápido posible; en cambio el equipo de Almirón era más paciente y manejaba más la posesión. Además, Tello tuvo mucho trabajo en la cancha ya que cada vez que paraba el juego, todos los jugadores se le iban al humo a protestar. La jugada de La Roja directa a Sandez fue revisada en el VAR por el árbitro principal y finalmente fue sólo amonestado. Con una ventaja por la mínima, en un partido muy cerrado, San Lorenzo se iba al entretiempo arriba en el marcador. 

Era claro que el rendimiento no era el mejor e Insua hizo caso de ello, para el segundo tiempo pasó a Sánchez al mediocampo luego del cambio de Campi por Bareiro. Por su parte, Boca había cambiado el esquema y estaba 4-3-3. Los jugadores de San Lorenzo seguían jugando el partido como una verdadera final, mientras que los Xeneizes estaban pasados de revoluciones. Las faltas, algunas de ellas con mucha vehemencia, y los cortes del juego eran lo que predominaba. Valentini podría haberse ido expulsado, pero el que la ligó fue Figal (el de rendimiento más parejo) y se fue al vestuario por doble amarilla. Mientras que si de chances claras de gol hablamos, hubo una para cada lado: en dos jugadas muy parecidas que parecían un flyper en las áreas, primero lo tuvo la visita y después el local. Quedaban tan solos 10 minutos para el final y el resultado no se movía, ese tiempo se hizo eterno pero pasó sin que Boca llegue al arco y sin que San Lorenzo lo liquide estando con un jugador más. A pesar de todo, fue final en el Nuevo Gasómetro y la historia se repitió una vez más: San Lorenzo le ganó a Boca, estiró la paternidad eterna y el Bidegain fue una fiesta absoluta. Tarde redondita para Boedo que ahora quedaron a un punto del líder y ya piensan en Talleres de Cordoba el domingo a partir de las 21:30, luego el debut de local por Sudamericana ante Fortaleza el jueves 20 de abril a las 19.