PREOCUPANTE DERROTA

San Lorenzo cayó por la mínima en el Pedro Bidegain ante un flojo Sarmiento de Junín. Una derrota que deja preocupación por los pocos puntos obtenidos en el torneo local.

El Pipi metió muchas variantes respecto a los once que lograron la clasificación en San Pablo. El equipo salió con el debutante Clemente; Giay, Luján, Campi y Braida en la defensa; Perruzzi, Tapia y Ferreira en la mitad de la cancha; y arriba Cerutti, Barrios y Tarragona. Ambos conjuntos salieron con propuestas muy claras, el local salió a ser protagonista, haciéndose dueño de la posesión de la pelota. Por otra parte, como era de esperar, el equipo de Israel Damonte tenía como objetivo el empate, salió a defenderse, cortar con falta los ataques del Ciclón y demorar el partido lo máximo posible. Los de Romagnoli lograron la posesión del balón y las veces que pudieron profundizar fueron todas gracias a los pases entre líneas del jugador más claro de la cancha, Cristian Ferreira. La más clara, entre otras jugadas, la tuvo Cristian Tarragona que no pudo controlar bien para definir cara a cara con el arquero, por eso, ambos equipos se fueron sin goles al vestuario.

Los mismos once jugadores, con la misma idea, salieron a disputar la segunda parte. El conjunto azulgrana salió con menos dinámica y menos sorpresa. El director técnico mandó a Leguizamón y Remedi, y diez minutos más tarde, a Herazo y Cuello pero todo seguía igual. Con el correr de los minutos el rendimiento de San Lorenzo iba cayendo aún más, no generaba ninguna jugada de gol y empezaba a dejar espacios en el fondo. Por eso, a los 70 minutos del partido el visitante se animó a atacar por primera vez, y eso le bastó para ponerse en ventaja con el gol de García. El equipo sintió el golpe e intentó atacar pero cada vez con menos claridad y profundidad. El rival empezó a enfriar el partido demorando en todas las jugadas y, ese Sarmiento que vino a buscar un punto se terminó llevando dos más, quizás de manera injusta pero fue el único de los dos que pudo convertir.

Durísimo golpe para el equipo de Romagnoli, que venía de hacer un partido ordenado e inteligente en Brasil, pero hoy mostró una cara muy distinta. El encuentro dejó en evidencia que Tarragona y Herazo, por el momento, no cumplieron con las expectativas y dejan muchas dudas ante una posible salida de Bareiro. La obligación de empezar a sumar en el ámbito local es cada vez más grande.