Más de lo mismo

San Lorenzo sólo entró en partido con el hombre de más, antes fue lo que ofrece siempre y River evidenció más sus falencias. 

RSFOTOS

Y las falencias de San Lorenzo son ofensivas, es pura anemia y falta de ingenio. En todo el primer tiempo no generó una sola jugada y arrimó cierto peligro con un cabezazo de Méndez y el tiro libre de Bareiro. Cerutti no gana nunca la banda, Barrios tampoco lo hizo en el primer tiempo y Bareiro chocó y aguantó de espaldas, pero nunca se dio vuelta. River golpeó con Mammana pero llegó con Barco y Solari en otras dos oportunidades, además de tener la pelota e ir a buscar el arco de Batalla. 

La expulsión de Herrera tuerce el trámite porque el segundo tiempo había empezado igual al primero, River yendo y San Lorenzo tratando de cerrarle los caminos. Las señales de querer ir a buscar el resultado fueron los cambios: de entrada Vombergar y Leguizamón, más Martegani a los 7’. Legui ganó la cuerda un par de veces pero no terminó las jugadas. Post roja, sí, San Lorenzo lo desbordó a River un par de veces con Barrios-Leguizamón (Elías pega de primera y despeja Pinola) y en el gol anulado a Blandi, con centro de Martegani. Pero es muy poco. Blandi entró metido y tuvo también la que Mammana le saca tras cesión de Vombergar, cuando San Lorenzo le puso una ficha al juego aéreo. 

En los papeles se podía perder, pero lo preocupante es que San Lorenzo sigue saliendo a enfriar partidos y no tiene un diseño orientado a protagonizar las acciones e ir a buscar abrir el marcador. Es la tarea más difícil, sí, y a Insúa le está costando mucho encontrar las soluciones. Las suspensiones de Cerutti y Bareiro obligarán una novedad al menos.