La llegada de Jorge Almirón ilusionó a todo San Lorenzo, eso es verdad. Pero 8 partidos después (cuatro con el anterior plantel y cuatro con los refuerzos) todavía no logró sumar de a 3 puntos.
El funcionamiento sigue siendo flojo, lo único que se ve es esa idea de salir jugando del fondo siempre, a pesar de la presión del rival de turno. Monetti en eso anda bien y hasta acá se mostró a la altura de lo esperado. Contra Newell’s aparecieron los laterales «ofensivos» como Peruzzi y Pérez pero ninguno de los dos fue efectivo en sus intentos de sumar en los avances. Loaiza sigue siendo de lo mejor, prolijo, ordenado y sin complicarse, pero el flojísimo nivel de los dos «creativos» que son Botta y Belluschi le impiden al equipo generar circuitos de juego.
Ya es preocupante que ambos sigan siendo titulares a pesar de lo poco que le brindan al equipo y eso puede tener dos lecturas. La primera es que el DT apuesta ciegamente a sus condiciones (es alarmante que ninguno muestre ni siquiera una leve mejoría). La segunda es que no hay otros futbolistas con esas características de juego (esto es más preocupante aún porque significa que tendremos que seguir viendo al ex Newell’s y al ex Tigre a pesar de sus bajos niveles).
Tanto Fértoli como Reniero juegan en puestos que no sienten y esto les quita protagonismo y juego colectivo al Ciclón. Lo mejor del Rayo puede estar por derecha (juega la mayor parte del partido por izquierda) y el príncipe haciendo la banda derecha como volante (siendo delantero). Por ende, a Blandi casi no le generan opciones cerca del arco rival.
Y como si todo esto fuera poco, el equipo que ayer logro convertir no supo «cerrar» el partido. Más allá de las explicaciones del entrenador en conferencia, lógicas en algunos casos, la jerarquía de algunos futbolistas y del equipo en general todavía no se vio. Y mirando la tabla de posiciones general y los otros resultados es momento de pensar si con el plantel que tiene San Lorenzo podrá ser un equipo que juegue lindo y emocione a la gente.
