Batalla de Parque Patricios

San Lorenzo empató 1-1 en cancha de Huracán, con el golazo de Elías que selló el resultado en el primer tiempo. 

La propuesta de San Lorenzo fue más de espera y cautela, si se quiere hasta más de pelea y menos de elaboración, que otra cosa y así lo verifican las apuestas de Luján, para romper, y de Cerutti, para ser más directo en la contra, por sobre Giay y Barrios. Y en un primer tiempo en el que se jugó poco y nada, para mí Luján fue de lo mejor a la hora de buscar; no así Cerutti, a quien casi no le dieron falta en todas las que fue al piso y que, además, desperdició todas las pelotas paradas, salvo ese corner que no llegó a conectar Gattoni. Pero entre tantos pelotazos, gente tirándose al piso y las “avivadas”, el golazo de Jalil fue la consecuencia de una buena asociación y un poco de juego, lo que, como dijimos al principio, San Lorenzo decidió no priorizar. Era mucho premio el 1-0 para el local por lo hecho en el juego y con la sanción tan fina del penal. 

Con un par de otros nombres (Barrios y Leguizamón, por Cerutti y Vombergar), la elección para el complemento fue la misma: esperar y tratar de meter una contra. Pero con el equipo más recostado sobre Batalla. Así fue que poco se le vio el rostro a Chávez y Batalla salió a poner la cara, cuando el local llegó a fondo, de abajo y arriba, siempre entrando por izquierda, cuando Luján empezó a sufrir por su sector. Huracán, en su calidad de invicto y anfitrión, tomó la iniciativa y buscó más el resultado. Y San Lorenzo no le escapa al papel de cuidar su arco, porque lo hace con prolijidad, mucha gente y concentración. 

En el final, el revuelo de Barrios y Tobio costó las expulsiones del Perro y Giay. Batalla descolgó la última y no pasó más nada. Ahora San Lorenzo espera por Gimnasia con el sabor de haber levantado el resultado y confirmando que se defiende bien. A mi modo de ver, gusto a poco.