VICTORIA DEL CICLÓN Y FINAL DE LA GRIETA

Caídos y maltratados, el equipo venia paleado y supo levantarse. Así se lo vio al Ciclón, pero no ahora, viene hace un mes recibiendo cachetazos, dentro y fuera de la cancha. En ese contexto, los referentes se encargaron de dejar en claro que las diferencias se dejaron de lado y esta vez, lo mostraron en la cancha. Fue otro equipo, otra la actitud, otro el juego, aunque el rival no mostro suficiente resistencia. A Patronato se le convirtieron dos goles abajo del arco, pegado a Ibáñez, lógico mérito de Uvita y Zapata que estuvieron en ese lugar. Innegable.

En términos de juego, se pudo controlar lo que se tenía en mente, hoy sirvió. Nicolás Fernández Mercau jugó el partido de su vida. Recuperó y se quedó con los laureles, pese a no haber convertido,  demostró que está para seguir siendo titular. La valla invicta es otro detalle a tener en cuenta. Salvo contra Boca, le venían convirtiendo siempre al Ciclón. Hoy Torrico no tuvo mucho trabajo, pero cuando le llegó la pelota, supo controlar cada acción de juego.

Por otro lado, y no es un dato menor, las declaraciones de Ortigoza (como el saludo de Zapata al DT) son un mensaje de unidad y a la vez, de alejamiento para con la grieta Romerista. Paolo Montero, pese a los pronósticos, seguirá en el cargo y aprendiendo esto de ser el entrenador de San Lorenzo. Una golondrina no hace verano, pero al menos hasta el sábado, los cuervos y cuervas estarán con una sonrisa de tranquilidad y el clima comienza a ser más amigable para seguir trabajando.

Los goles llegaron en el momento justo, los delanteros marcaron y ahora deberá evaluar si puede sostener este envión, o solo fue una brisa para calmar el tufo a renuncias y malestar total de todos contra todos. Al fin una buena, que haya paz.