Se perdió la ventaja de Venezuela


El partido no tuvo mayor análisis ni estudio entre los equipos: de entrada fueron y vinieron sin mucha aduana en el mediocampo. San Lorenzo, siempre con predilección por la izquierda de Barrios-Braida, con más profundidad que el visitante. En mi opinión, la ausencia de Leguizamón (o la presencia de Bareiro) le resta variantes de ataque al equipo; del otro lado de la cancha, Rafa Pérez en la derecha siempre juega al límite del error o la falta. Perruzzi, jugando por Roca Sánchez, le dio más ritmo y fluidez a la circulación en el centro del campo. Pocas situaciones de gol, muy pocas. De hecho la mejor fue de Fortaleza a la media hora exacta, con un desborde a fondo por izquierda y un taco que no fue por poco. Y en la última, lo tuvo Bareiro y el barbudo arquero brasilero tapó bien abajo. Mucha fricción y poco juego, en resumen. 

Sin cambios para la segunda mitad. Moisés y Pochettino los más bravos de ellos para contener. Bareiro el mejor de Fortaleza en el arranque: primero no encontró a Braida y luego tiró por arriba un grandísimo centro de Elías. Con menos jugadores en campo rival, San Lorenzo tuvo tres buenas situaciones en los primeros diez minutos. Insúa le dio la última media hora del juego a Leguizamón (salió el 11 paraguayo). El cansancio de Barrios hizo que ya no trajera la pelota desde atrás y quedara más de punta, situación que le restó posibilidades al equipo. Leguizamón no entró bien y en los últimos diez minutos, Insúa tiró a la cancha a Maroni y Blandi, por Giay y Vombergar. En la última jugada sin descuento, descuidaron a Tinga y la fatalidad de Batalla abrió el marcador. Era injusto y, tras cartón, los brasileros sentenciaron el resultado con otro gol. Y después otro, que le anularon a Romero, ex Lanús. 

Con nada, Fortaleza se llevó un triunfo en una Copa Sudamericana cuyo formato obliga a ser primero para pasar de fase. El desarrollo no explica el resultado final. San Lorenzo recibió los primeros goles en el Budegain y perdió el invicto también.