San Lorenzo no dio la talla copera

La potencial clasificación a la Copa Sudamericana, que no era una utopía para nada, fue, al mismo tiempo, pedirle demasiado a la realidad.

En una coyuntura de torneo en la que todos los equipos, de arriba y abajo, parecen hacer méritos por no sumar, este San Lorenzo profundizó ese concepto. Luego de las victorias con Argentinos y Racing se empezó a hablar de clasificación a la Sudamericana, cuando el equipo no podía validarlo con funcionamiento. En la ilusión y el fervor del hincha el objetivo superador siempre está, pero la realidad marca que San Lorenzo está más para empatar que para ganar y, matemáticamente, 1 está más cerca de 0 que de 3. Es así de simple, no hay que buscarle mucha vuelta. Porque cuando se dice que en alguno de tantos empates se mereció el triunfo (los menos), también es cierto que en otros mereció perder y hasta en algún triunfo el resultado era empate clavado.

PROMIEDOS

Estudiantes y Defensa, que están en zona de entrar a la segunda competición internacional continental, se quedaron sin técnico y aún así estiraron la distancia con San Lorenzo, que llegó a estar a 4 puntos del último puesto clasificatorio y hoy está a 9, con 4 equipos en el medio (Tigre, Sarmiento, Godoy Cruz y Barracas!) y 2 compartiendo puesto (Independiente y Central Córdoba). La consecuencia obvia de estar 6 partidos sin ganar, ni más ni menos. Insúa habló de “un salto de calidad” para estar cerca del objetivo internacional; bueno, pues proyectando lo visto hasta acá, quedará bastante lejos y en 2023 los vuelos serán sólo de cabotaje. Ni una arremetida casi perfecta, que ojalá se concrete, va a alcanzar.

La última participación copera azulgrana parece lejana en el tiempo, pero data del primer semestre del año pasado, cuando Dabove, con una nómina mucho más competitiva que la actual no pasó el grupo que compartía con 12 de Octubre, Rosario Central y Huachipato. Antes había perdido en el repechaje para ingresar a Libertadores, mas la impresión lejana tiene que ver con la cantidad de técnicos que pasaron en el medio, hasta llegar a Insúa, con malos resultados como común denominador (a excepción de Fernando Berón y el tridente Pipi-Tocalli-Acosta): Monarriz, Montero y Troglio en buena parte nos condenaron a esta no clasificación. De todas maneras, el foco real de este momento era, y es, sumar puntos para escaparle a los puestos de descenso. Lamentablemente, pero a esto nos condujeron el sinfín de desatinos de los que manejan todavía el club.

Tenemos más puntos de los que imaginábamos en la previa.