San Lorenzo cambia intérpretes pero no negocia el libreto. Aun cuando las primeras dos jugadas de peligro fueron del equipo chaqueño, porque tardó en acomodarse la última línea, El Ciclón trabajó bien el partido en la primera mitad, con Martegani como protagonista principal. Porque inclusive en la contra profunda que metió Sarmiento fue él quien perdió la pelota en el eje. Ya luego del sofocón del cabezazo que se fue milagrosamente al lado del palo izquierdo de Batalla, San Lorenzo mostró credenciales y generó juego y situaciones que justificaron la diferencia. El golazo, taco mediante, de Pérez a la salida del córner de Marta fue una de varias situaciones propicias de gol: tuvo Gattoni por arriba, Blandi por abajo y por arriba también, cuando llegó el segundo. Pero todo lo bueno de San Lorenzo lo explicamos con la sociedad Martegani y Braida, a quienes se sumó Leguizamón ocasionalmente.
El gol tempranero de Blandi sepultó, al inicio de la segunda parte, cualquier esperanza de Sarmiento y definió al clasificado para la siguiente fase: nosotros. Esto le permitió, a su vez, al Gallego Insúa mover el banco y refrescar piernas: vuelta al ruedo para Perro Barrios post suspensión, minutos para Bareiro y a administrar cargas. Sin intención de sacar el pie del acelerador, el CASLA continuó yendo para adelante y demostrando los motivos por el cual es el mejor equipo argentino de la actualidad.
Con el avance a la siguiente ronda, el Ciclón deberá esperar por el ganador del partido entre Platense y Defensores de Belgrano para conocer al rival de los 16avos de final de la Copa Argentina.
Foto de portada: @sanlorenzoquerido via FOTOBAIRES