San Lorenzo le ganó 1-0 a Vélez con un gol de penal y el Ciclón consiguió su séptimo triunfo en el campeonato. Con esta victoria, el equipo de Insúa suma 34 puntos.
Nos dicen enfermos y es la verdad. Hoy fuimos a la cancha con un clima deplorable, pero claro; el partido era contra Vélez, equipo con el que se formó una pequeña rivalidad en estos últimos tiempos. El partido había que ganarlo, como sea (como todos). Si bien, no fue un encuentro vistoso, porque ninguno de los dos equipos propuso ni se preocuparon demasiado por romper el cero, San Lorenzo fue de menor a mayor y con individualidades, pudo llevar confusiones al campo rival, pero si no pateas al arco, se complica. Braida hoy jugó un gran partido, a mi criterio; la figura del encuentro.
Sumado al mal juego de los equipos, hay que incorporar el pésimo arbitraje de Merlos, un arbitro que (una vez más) demostró que no tiene personalidad, y los jugadores lo saben. Lamentablemente, a San Lorenzo le tocó un juez que le gusta ser el protagonista y se toma quince minutos para ver algo que todo el mundo vio.
El partido fue bastante aburrido y ningún equipo demostró interés por desequilibrar al rival. A pesar de eso, lo más interesante estuvo en los últimos tres minutos de juego: Claro penal para San Lorenzo. Merlos se toma su tiempo, se le queda sin pilas el intercomunicador, va al VAR, mira la repetición 300 veces y decide cobrarlo. Entra Ortigoza, le hablan los rivales, patea, gol y termina el partido. A mi criterio, en esos tres minutos, ya hizo más que cualquier otro jugador. Lo que no entiendo es: ¿Porque no entró antes? Sabemos que Orti es una pieza clave en cualquier esquema de juego, más cuando el mediocampo titular no funciona adecuadamente.
El ídolo azulgrana entró desde el banco para hacer una cosa y cumplió con el objetivo. Ganó San Lorenzo y ahora, hay que disfrutar el fin de semana largo.
