Por más obvio que resulte, es evidente que en San Lorenzo esta cuestión está jugando ya en el inconsciente del plantel como deuda pendiente.
Y continuando la línea de obviedades, Insúa dice que “vamos a tener enfrente un rival muy exigente”. Bueno. Yo quiero creer que puertas adentro de lo único que hablan es de explotar y aprovechar los desacoples defensivos de River y los irregulares rendimientos de una de las peores versiones que ha mostrado el repertorio Gallardo. La comparación de lo que hay para echar mano en el banco de suplentes no se discute, es la tercera obviedad que podemos citar. San Lorenzo sin equipo confirmado hasta la última práctica de ayer, pero con los indicios de Hernández y Giay de arranque, con dudas también en el frente de ataque: Barrios y Vombergar parecen pelear por el mismo lugar en el equipo, aunque en distinta posición. Veremos a eso de las 14:30 cuando se entregue la planilla a los árbitros.
Loustau será el principal y apriori es de los mejores, aunque en las últimas actuaciones que le recuerdo optó por un arbitraje de pocas señas y en modo “no tengo ganas de estar acá”. A pesar de esto, lo prefiero siempre antes de todos los flaquitos altos que viene poniendo en cancha Beligoy y su mafia.
River llega tras perder dos veces seguidas, que son todas las que cayó el equipo de Insúa en el campeonato. Sin embargo, los de Muñe tienen, aún habiendo perdido 5 veces más (7 en total), dos puntos más y los siguen incluyendo como candidatos. En esta simple muestra de realidades se comprueba la cuestión de planteles, jerarquía y funcionamientos que ambos supieron tener. Si bien River mostró endeblez defensiva, también ha ofrecido poder de gol y niveles altos de carácter ofensivo con Solari, Borja, Suárez y los volantes que también se agregan como De La Cruz o Palavecino.
Partido presentado, con marco que será colorido y numeroso (quienes no vayan lo ven por ESPN Premium). A la hora del fútbol de los domingos… ¡VAMOS CICLÓN!