El presidente en funciones de San Lorenzo, Julio Lopardo, rompió el silencio tras la salida de Miguel Ángel Russo como entrenador del Ciclón, confirmada este martes luego de que el DT visitara el Estadio Pedro Bidegain para despedirse del plantel y negociar su desvinculación legal. La partida de Russo, en medio de rumores sobre su inminente llegada a Boca Juniors, dejó al club en un momento de incertidumbre, mientras los dirigentes comienzan a planificar la búsqueda de un nuevo técnico.
Lopardo, al salir del Nuevo Gasómetro, expresó su malestar por las versiones que vinculaban a Russo con el Xeneize antes de la semifinal del Torneo Apertura 2025, donde San Lorenzo cayó ante Platense. “El viernes le pregunté sobre las versiones con Boca, que hicieron mucho daño, y dijo que no, que no habían hablado. Ayer le pregunté y me dijo lo mismo. A Miguel tengo que creerle”, afirmó. Sin embargo, Russo comunicó su decisión de dejar el cargo, y este martes se despidió del plantel, mientras sus abogados trabajan en la rescisión del contrato. Según SLP, Juan Román Riquelme ya tiene un acuerdo con Russo para que asuma en Boca, pero la desvinculación de CASLA aún está en negociación.
“Nos dijo que dejaba el cargo y hoy vino a despedirse. Él decidió irse. No sé si va a Boca, pero me molestaron las versiones”, señaló Lopardo, dejando entrever la tensión generada por el manejo de la salida. Sobre la búsqueda de un nuevo entrenador, el presidente fue cauto, pero con un toque de humor: “¿Quién me gusta como técnico? Guardiola me gusta, ja. El plantel se va de vacaciones, vamos a terminar esta etapa y se verá. Todavía no tenemos nombres.”
Con el plantel entrando en receso, San Lorenzo tiene hasta fines de junio para definir al nuevo DT, cuando enfrentará a Quilmes por la Copa Argentina, un partido clave para mantener viva la ilusión en la temporada. La derrota en la semifinal, sumada a la salida de Russo, reaviva las críticas de los hinchas hacia la dirigencia, que enfrenta el desafío de estabilizar al club tras una semana marcada por la decepción y la incertidumbre. Mientras Boedo espera resoluciones, el futuro del Ciclón dependerá de las decisiones que Lopardo y los dirigentes tomen en los próximos días.