San Lorenzo aseguró el objetivo de mínima, impensado quizás al principio del torneo, y será local en la primera instancia de la llave.
…por lo que yo te quierooooo, te sigo a todas paaaartes, por lo que yo te quiero, Ciclón, te aliento hasta morir…. la vuelta vamo’ a dar, quiero salir campeón, yo lo llevo a San Lorenzo adentro del corazoooón: a ver si los jugadores… LO SIENTEN IGUAL QUE YO. Y yo no tengo más que escribir que sí, que aunque les deban 3 meses en sueldos, que en la pensión no tengan para desayunar y socios estén llevando comida y cosas para bancar los trapos, en una situación descabellada por donde se la mire, con un presidente en la cuerda floja, que se cansó de decir que se preparó toda la vida para esto, con rumores de club intervenido, con 1.900 MILLONES de pesos en cheques voladores que tienen como acreedor a un verdulero, entre otros… Los de Russo van, en silencio y caminando despacio para no romper nada más, y aún con el equipo diezmado por el todocampista Braida, con la salida del Sargento Cabral nuestro obligado a salir de la cancha, con el gol en contra del goleador que equivocó el arco, con el debut de otro Perru y lo que ud. guste sumar a los contratiempos, empata y termina en la cuarta posición, para que el Pedro Bidegain sea un hervidero en un puñado de días.
No me importa nada el partido, nada. Este plantel ya ganó algo. De mínima el respeto por estar compitiendo mano a mano con equipos en total estado de gracia, ordenados y con una salud institucional que toma Redoxon todos los días, de defensas altas y cuentas bancarias engordadas. Breve balance hasta aquí: inicio con colchón de puntos y descubriendo a Orlando Gill (6 fechas invicto el equipo), victorias en el Bosque, en Alta Córdoba, en San Juan, empate al millonario equipo de Gallardo, peloteo fenomenal al campeón sudamericano y fiesta en el final, injusta caída con Independiente, pase en Copa Argentina con el alma en la garganta… Respeto para este plantel y cuerpo técnico. El pensador Diego Castagnolo dijo alguna vez en una emisión televisiva que “Biaggio armó un equipo con un pollo y dos papas”; de ser así, a Russo le dieron una paloma (que no es de ningún mago) y una cebolla pasada.

Pase lo que pase de ahora en más, San Lorenzo es cuesta arriba, el 2025 un parto y, de todas maneras, en la tabla anual de las copas, el Ciclón vive y se mete en la conversación. Pero dice poco, trata de estar y se calla lo más posible. Lo que le inviten, lo toma. Va siempre con la ropa que le queda (la lava y la vuelve a planchar; es Marge con su vestido Chanel multiuso) y las generaciones que vienen atrás ya no tienen que ponerse. Así como se lee, en juveniles faltan los elementos básicos. En toda esa pintura apocalíptica, Russo es el Eternauta e irá con su causa hasta las últimas consecuencias.
