Rubén Insúa habló en exclusiva con San Lorenzo de América en la radio acerca de los 5 meses de trabajo que lleva al frente del plantel profesional y, si bien logró el objetivo de formar un equipo competitivo, todavía está en formación.
El primer entrenamiento del Gallego en esta nueva etapa en San Lorenzo, fue el 19 de mayo de este año. El técnico se hizo cargo de un plantel golpeado anímica y futbolísticamente: “Recuerdo que me preguntaron cuál era nuestra visión, primero teníamos que hacer un esfuerzo importante para armar el plantel, eso lo terminamos de hacer en la décima fecha, después intentar que el plantel sea medianamente competitivo, esas eran las primeras exigencias en el orden de prioridades, y después si teníamos la posibilidad adicional que era clasificar a un torneo internacional bienvenido sea».
Si bien, “había muy poco tiempo para preparar el primer partido, tuvimos nada más once entrenamientos antes de jugar contra Independiente, que tenía el equipo armado», Insúa señala que su postura era dar una “determinada línea de certeza para el futuro”. Y agregó: “Con mucho trabajo, con ideas claras, primero queríamos reconstruir el plantel porque se habían ido una gran cantidad de jugadores en muy poco tiempo».
El primer partido fue frente a Independiente en el Nuevo Gasómetro, con un empate en 1 gol: «Después el equipo fue creciendo. Hicimos buenos partidos en Rosario ante Newell’s, en Santa Fe ante Colón, en Santiago sumamos de a tres. Creo que el primer paso importante, donde el equipo empezó a tomar confianza y a tener agresividad para encarar los partidos, fue en el clásico ante Boca, después ganamos en la cancha de Racing y eso estimuló algo más», detalla el técnico.
Y agregó: «Cuando un equipo está en formación siempre hay que darle valor a empatar de visitante con Newell’s, Colón, Defensa y Justicia, está claro que siempre va a ser mejor ganar. Si uno mira hacia atrás le da a cuatro, cinco resultados donde sumamos de a uno muchísimo más valor que en ése momento».
De los 27 partidos jugados en el torneo, el Ciclón fue el equipo que más partidos empató con 13; y a la vez, el que menos perdió, con sólo 4 derrotas. De las 10 victorias obtenidas, es relevante destacar que se ganaron los clásicos a Boca, Racing, Huracán; y que el triunfo frente a Vélez marcó el inicio de cuatro seguidos, algo impensado en el campeonato pasado.
Al respecto, el Gallego señaló: «En la recta final pudimos darle un cambio al equipo, pudimos incorporar un movimiento posicional, colectivo, táctico para tener más volumen de ataque y eso nos permitió llegar a la Copa».
«Seguimos siendo un equipo en formación, tenemos cinco meses de trabajo. Estoy muy conforme no sólo con la respuesta del equipo dentro del campo, con los resultados, sino también con el comportamiento en el día a día, con el profesionalismo del plantel, el sentido de pertenencia que marcaron, las ganas de entrenar, el respeto”, concluyó el técnico.