Es un milagro que estemos peleando en los puestos altos de la tabla. Hoy en día, San Lorenzo perdió absolutamente toda la actitud ganadora que supo tener en las primeras fechas. Es cierto, no pierde como local y tampoco le convierten, pero la realidad, es que tampoco busca ganar los partidos. Uno aplaude los amagues del perrito Barrios, los avances de Braida y hasta las recuperaciones en defensa. Sin embargo, hace tiempo que San Lorenzo no hace un gol. Claro, para poder hacerlo, hay que patear al arco. Si bien es cierto que los dirigidos por el gallego hicieron dos goles en ante Instituto, pero ambos fueron de penal, y da la sensación de que, si no es por esa vía, el Ciclón no logra convertir. Personalmente me llama mucho la atención el bajo rendimiento de Vombergar, que no volvió a ser el mismo desde que volvió de su selección nacional. Por otro lado, Bareiro, el otro nueve “goleador”, muestra mucha voluntad para aguantar la pelota, pero durante el partido ante Colón, tomó malas decisiones y fue incapaz de patear al arco. Bah, ningún jugador busco convertir.
Lamentablemente los delanteros no son los únicos que fallan: el mediocampo hoy fue un colador, especialmente cuando estuvo la roca Sánchez en cancha, que solamente estuvo en cancha para hacerle sombra a los rivales y levantar los brazos dándole indicaciones a sus compañeros, ¿Realmente es el cinco titular de este equipo? Claramente se vio un cambio cuando ingresó en su lugar Martegani, que tampoco tuvo la mejor de sus tardes.
En cuatro días volvemos a jugar en nuestra cancha, con nuestra gente y tenemos que ganarle a Palestino si queremos seguir en carrera por la Copa Sudamericana. Eso sí, para poder lograrlo, hay que patear al arco.
Foto de portada: Ramiro Souto – IG: @Sanlorenzoquerido