Si bien es obvio que hoy Miguel Ángel Russo está con la cabeza en el muy especial cruce de mañana con Rosario Central, no es menos cierto que en alguna otra sección de su cerebro de viejo estratega, también configura su ideal de San Lorenzo 2025. Porque no tengo dudas que al levantar el guante a la salida de Romagnoli, puso en la mesa sus intenciones de mejoras del plantel de cara a la pretemporada próxima, de modo que pueda armar mejor su versión del equipo. Y entonces me pareció interesante repasar rápidamente qué contratos revisten importancia en orden a renovación o salida del club.
La reciente firma de Tonga Hernández a mí en lo particular me parece un falso refuerzo de lujo: la posibilidad de poner 3 centrales y agregar 2 laterales volantes, pensando en Braida y lo difícil que está resultando cubrir el lateral derecho, es un gran avance. Sin saber qué será de la vida de Campi, pensar en una última línea que incluya a Tonga y Romaña se me hace prometedor.
Avanzando en la cancha, Eric Remedi tiene que renovar y Miguelo ya lo quiso en Central, por lo que entiendo debería seguir. Distinto es el caso de Ezequiel Cerutti, que también tiene que renovar, pero tiene resistencia en parte de la gente de San Lorenzo (me apunto en ese listado), a pesar de haber hecho un par de buenos partidos últimamente. Si yo fuera dirigente, no le renuevo. Cuello, ya llegando al último tercio del campo, sería una apuesta que en el club quieren confirmar y podría continuar. Sin tener los valores a mano, salvo que sea una inversión mínima, también me parece prescindible. Sigue sin encontrársele la posición y no genera mucho.
Entre los casos que no, Sebastián Blanco (de pocos minutos con Pipi y ahora con Russo) y Chila Gómez parecen tener su futuro lejos de Boedo. Me cuesta entender que Blanco entre tan poco atento a lo mal que juega San Lorenzo, pero quizás se trate de algo físico o que no ha trascendido.
A pocas fechas del cierre del torneo y la temporada, diciembre y enero serán, como de costumbre, una danza de nombres y rumores insostenible. Ojalá el DT ya tenga los apellidos que pretende y la dirigencia, me cuesta creerlo, esté trabajando en ello.