EL ANÁLISIS TÁCTICO DE LA VICTORIA EN CÓRDOBA

San Lorenzo derrotó por la mínima a Talleres en el Mario Alberto Kempes. A continuación, te contamos cómo se paró tácticamente el conjunto de Pedro Troglio.

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El hincha Azulgrana se va a dormir con una sonrisa esta noche, pero no solo por el resultado, sino también por como jugó el equipo. Troglio repitió muchos nombres de los que jugaron ante River el pasado fin de semana, con las salvedades de que, en este caso, Ezequiel Cerutti arrancó el partido por Malcom Braida y Gino Peruzzi volvió al equipo por Francisco Flores, que debió ser el lateral por derecha de Boedo, cuando su posición natural es la de marcador central.

Crean o no, estas modificaciones generaron un cambio en el funcionamiento. El Pocho tuvo una muy buena noche, donde realizó un desgaste físico debido a que debió colaborar en defensa con Peruzzi y después a la hora de atacar se animó a gambetear y jugar para dentro, ya que no servía que desborde y tire el centro, por la ausencia de un nueve de área. Por ende, se asoció mucho con Ricardo Centurión y Agustín Martegani. Cerrando con la actuación del oriundo de Junín, debemos hablar de la viveza que tuvo para realizar rápidamente el saque de manos, para que el Uvita Fernández conduzca el balón y asista a Yeison Gordillo.

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Pese a la ausencia desde el arranque de Néstor Ortigoza, el Matador pudo crear juego a través de Martegani, quien condujo el esférico desde el fondo y distribuyó para los costados con Fernández Mercau o Cerutti. No obstante, una gran sociedad se está formando de a poco que es la de Marta con Ricky. Estos dos encontraron muchos espacios en el campo rival, y lograron aprovechar los huecos que dejaban los jugadores de la T.

Párrafo aparte para Centu que fue la figura del Kempes. Manejó los hilos del encuentro a la perfección. No solo jugó bien colectivamente, ya que en lo individual provocó al rival con sus gambetas, bailes, pisadas o como quieran llamarlo. Sacó de eje a los rivales en los momentos claves, y en el final aguantó la pelota como si fuese un nueve.

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Otro punto alto de la noche fue la defensa, es especial Cristian Zapata. Despejó todo de cabeza y se lo vio firme en la marca, salvo alguna jugada del segundo tiempo donde salió lejos y quedó mal parado. Sin embargo, Federico Gattoni también estuvo firme y ayudó a cubrir los espacios vacíos, que dejaban Peruzzi o Gabriel Rojas. Este último hizo un buen tándem con Mercau por la izquierda.

Por otro lado, otro futbolista que desequilibró fue el Uvita. El santafesino se metió entre los dos centrales rivales y buscó ganarles la espalda. De esa manera, se generó dos manos a manos que no terminaron en gol por Herrera, que atajó todo lo que le remató el ex Defensa y Justicia.

Ya hablando sobre lo colectivo, San Lorenzo esperó en el comienzo a que el club cordobés lo atacara, para de contra lastimarlo. Una vez pasados los 15 minutos de la primera etapa, Boedo se hizo del dominio del balón. El que tomó la posta fue el mencionado Martegani, quién quebró el mediocampo local, generándole huecos al 10 Azulgrana, para que este haga desastres (en el buen sentido de la palabra).

Salvo los primeros minutos del complemento, CASLA no sufrió en defensa. Ya con Talleres tirado al ataque, el Cuervo aprovechó el terreno libre que dejó el equipo azul y blanco. En consecuencia, el Ciclón pudo haber marcado algún tanto más que sentencie el juego en Córdoba, como por ejemplo la jugada de Ortigoza que se saca a tres rivales de encima y se la deja a Nicolás Blandi, que remató por arriba del travesaño.

Para cerrar, esta victoria le da un empujón anímico de cara al clásico con Huracán del próximo sábado, a las 16:15, en el Nuevo Gasómetro. Ahora bien… ¿Habrá cambios para el partido siguiente o el equipo que gana no se toca?