El mal pasar de San Lorenzo, que se refleja en la tabla de posiciones y tiene múltiples explicaciones, no sólo afecta a los dirigidos por Troglio.
Es llamativo que, con realidades parecidas pensando en Independiente pero muy opuestas con Boca, los tres equipos tienen serios problemas de identidad y se les cuestiona la falta de una idea o patrón de juego. A Battaglia, amén de los problemas internos, se le caen jugadores del bolsillo, va segundo en su zona y parece tener los días contados. El caso de Eduardo Domínguez es más parecido al nuestro: poca plata, plantel cortísimo, juveniles y malos resultados; igual, está con algunos puntos más en su grupo y le trajeron un par de jugadores en los últimos días.
Troglio pena resultados y el equipo no encuentra sintonía fina: la escasez de jugadores, lesiones y otras cuestiones, atentan todas las semanas contra la formación ideal de lo que hay para elegir. Para colmo, se habla de partido límite el miércoles por Copa Argentina en San Luis. Reiteramos, desde nuestro lugar, que sería un error enorme seguir cambiando de técnico como de figuritas. Una renovación dirigencial quizás fuera más adecuada y necesaria: borrón y cuenta nueva en varias funciones. Y pregunto desde la ignorancia: ¿Cómo se reemplazan las sillas de las renuncias que vemos pasar por el club..?
Se necesitan puntos urgentemente, porque la posibilidad de descender es real y las fotos de los últimos torneos no ayuda. El miércoles hay que mantener viva la Copa Argentina para ver si se encarrila el equipo: Troglio sabe de llegar lejos a fuerza de penales y se quedó en la puerta en Italia 90 y hace 3 o 4 ediciones con el Central de Bauza. Y el sábado a las 14 en el Bidegain viene Platense.
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