-8 (menos ocho)

San Lorenzo no pudo sostener la ventaja con un débil Colón y empató 1-1 en su visita al “Cementerio de los Elefantes”; el gol, Blandi.

La semana FIFA del Ciclón resultó todo lo opuesto a lo que el hincha esperaba. Diametralmente contraria, en serio, y el ligero alivio de acomodarse en la copa más el triunfo al Central fueron efímeros. La misma dirigencia que cerró un mercado de pases paupérrimo ahora recibió un cachetazo de Superliga por incluir declaraciones juradas que, tras una auditoría del organizador del torneo, se presumen falsas. Ida y vuelta de declaraciones, intento de explicaciones y el reglamento a flor de piel. El hecho de que ya hayan reconocido que algo estuvo fuera de orden es lo más esclarecedor del caso. Si se revierte, será otra de San Lorenzo de los milagros.

@SanLorenzo

Datos, no opinión: por más entendible que suene la explicación de Lammens respecto de la refinanciación de primas que estaban pactadas en dólares, si omitieron reflejarlo en el lugar que correspondía, «marche preso». Y ahí quedó el equipo de San Lorenzo con 14 puntos en la tabla antes de que Echenique pitara el inicio del partido. A siete unidades del anteúltimo. Sobre llovido, mojado, y todo lo que se les ocurra para graficar la situación. Quizás los popes que mandan se mandaron un piletazo y pensaron que pasaba por abajo del radar. Bueno, de no dar vuelta la doble sanción, el panorama para encarar una campaña para mantener la categoría es tenebroso.

Pues era momento para que el equipo diera la cara, bancara la parada volviendo a ganar y así maquillar un poco el berrinche en la tabla de posiciones, pero no resultó tal cosa. Ante un Colón limitadísimo, con el trámite del primer tiempo a su favor y el resultado también, casi desde el vestuario, San Lorenzo no supo hacer su negocio. Y retomando el tema de poner la cara, el técnico se fue del estadio sin hablar con la prensa local ni los enviados de medios de otras provincias. Un presente de señales ausentes y escapismos. De no hacer autocrítica, de esconder debajo de la alfombra.

Gonzalo Orellano FM94.7

En un partido malo, San Lorenzo hizo un buen primer tiempo manejando la pelota con inteligencia y paciencia (claro, ganaba desde el vamos), ante un rival cuya posición en la tabla es elocuente. Con Lavallén acomodando sus cosas en Santa Fe, el refuerzo de lujo volvió a aportarle al Sabalero: Pulga Rodríguez estaba donde tenía que estar y empató el partido que los de Almirón ganaban por intermedio de Blandi, buena media vuelta tras asistencia de Coloccini, desde los cinco minutos. Una vez más, la falta de criterio de Víctor Salazar se paga en el resultado. El 1-1 llegó cuando ya los suplentes tenían sus accesorios en la mano para ir al vestuario y planear un segundo tiempo de jugar con la necesidad del rival y seguir acumulando condiciones favorables. Pero no, la falla en el anticipo, innecesaria por donde se la mire, cuando alcanzaba con acompañar al hombre de Colón y debatir la posesión apareados hasta el banderín.

De solo repasar la jugada me enojo otra vez, resulta inevitable. Otra oportunidad muy accesible perdida, dos puntos regalados, seis confiscados, pocas y malas explicaciones de lo que se ve y una sola realidad irrefutable: el presente de San Lorenzo da bronca por todos lados.