Hoy se cumple una década de ese 3-2 a NOB en el Bidegain que nos sacó el respirador, un rato, en 2012.
“Si 10 años después te vuelvo a encontrar en algún lugar, no te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual…”, canta Andrés Calamaro en Los Rodríguez (del disco Sin Documentos) y en San Lorenzo pasaron cosas, pero no todo cambió mucho. Lo increíble es que después de esa remontada vinieron la promoción con Caruso, el título de Pizzi y la Libertadores de Patón, en años consecutivos. Y lo más increíble es que hoy, 10 años después, estamos más cerca de la promoción que de pelear un título y, también, con un pasivo escandaloso y jugadores que salen vía Agremiados más que la gente del subte en la estación 9 de julio un lunes a la mañana.
Pero ese 0-2 que dimos vuelta en el Bidegain fue en carne viva. Romagnoli estelar, Carlos Bueno a su particular modo y Gigliotti en estado de gracia tirándose de paloma a los archivos de goles que no se olvidan. Y un rugido de la cancha por el gol del Puma. ¡Qué locura..! Después de un primer tiempo de pasear por el Nuevo Gasómetro y aquel golazo de Pablo Pérez, me acuerdo que el tercer gol no lo vi porque me tenía que ir a laburar a la cancha de Boca, pero que nos abrazamos con Germán Berghmans en la salida de la puerta 2 del estacionamiento mientras salíamos a buscar el auto.
¿Y vos dónde estabas, cuervo..?
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