San Lorenzo estuvo a la altura solamente con su gente, con el equipo de jugadores y el cuerpo técnico. Hoy ya no alcanzó.
Lo que pasó hoy en la cancha de Bajo Flores era esperable y podía suceder, mientras que lo que no era esperable fue ver a San Lorenzo en la instancia de semifinales y con chances concretas de jugar la final. El equipo llegó con lo que pudo a una definición mano a mano que se sabía iba a dirimirse en una jugada de error o de gran inventiva. Lamentablemente se equivocó el joven arquero paraguayo (que a la vez nos depositó en este partido) y Platense se puso en ventaja a falta de 18 minutos. Que atrás de eso iban a venir los jugadores visitantes caídos uno tras otro haciendo tiempo, también lo sabíamos. Reglas de juego.
En mi opinión no vale la pena referirse al tema del técnico, de si se va si o se queda; mi sensación es que están su derecho de hacer lo que le parezca porque fue muy destratado. Y pensándolo del lado del equipo, este plantel sufrió los peores manoseos, no tuvo las condiciones ideales para competir y aún así llegó mucho más lejos de lo esperado y siempre con armas nobles que le permitirán al club vender a varios jugadores. Al mismo tiempo sumó muchos puntos para la tabla anual.
El partido en todo momento fue parejo, muy disputado, de mucha fricción, pero también como en otros partidos San Lorenzo tuvo sus posibilidades, que nunca fueron muchas, pero podemos repasar el córner entre Reali y Muniain, la de Cuello y Reali, la que el defensor de Platense saca de cabeza. En otro encuentros con eso se llevó el triunfo. Se puede pensar que al equipo le faltó más búsqueda pensando en el resultado, pero simplemente sería ir contra los antecedentes y quien hoy, al menos hoy, el técnico del equipo.
Aplausos para despedir al equipo en cancha, insultos para recordar a la dirigencia. Un poco esto es el resumen del presente.