San Lorenzo sigue fallando feo en la contención y lo paga con puntos.
Ayer se cumplió el décimo tercer partido del torneo y el ciclo Insúa, quien tanto hincapié hace en el trabajo, la experiencia, la juventud y poder jugar con muchos sistemas en el mismo partido. Pues bien, hay que decir que no le encuentra la vuelta a la defensa: sólo en 4 partidos (30%) mantuvo el arco en cero y apenas 1 en el Bidegain (hace unos pocos días ante el Estudiantes B). En el 0-0 ante Newell’s le tocó a Torrico, en el resto a Batalla (Central Córdoba, Argentinos y Estudiantes). A mí modo de ver, Batalla no tuvo ninguna responsabilidad en los goles de ayer, cuando las tres veces le patearon adentro del área chica; toda de los defensores o volantes que no retroceden (como en el empate, que Jalil tenía una marca y le sobraron en la espalda). Pero el tema es que un par de partidos atrás el problema era la cancha de arriba y lo fácil que le ganaban a San Lorenzo en el plano aéreo; basta recordar los partidos con Boca, Unión y Talleres.
¿Entonces cuál es la mejoría de San Lorenzo en defensa..? Diría que es muy relativa, casi falsa. O sea, indistintamente se equivocan o desconcentran de abajo y de arriba. Difícil pensar en abandonar la supuesta línea de 5, que en las últimas presentaciones pareció más de 3 y lo pagó. ¿Pero y si prueba con 4 más fijos..? Ayer Campi terminó jugando de 3, a pesar de sus dimensiones. El técnico sigue en la búsqueda y cambia mucho de apellidos. Me parece que genera más inseguridad en los jugadores que competencia por el puesto. Ayer por la izquierda llegaron los 3 goles de Patronato. También ayer no jugó Barrios y Fernández Mercau pocas veces tuvo alguien por delante; y si el rol era para Bareiro lo hizo pésimo.
Nobleza obliga, hasta el empate, Patronato casi no pisó el área de Batalla y San Lorenzo lo forzó a rematar desde afuera. Lo que siguió lo vimos todos. Pero también es cierto que ayer los de Insúa no tuvieron medio al momento de agruparse para recuperar la pelota; el equipo no tuvo una forma determinada y constante. Finalmente, destacar que en la previa de lo que reciben los defensores propiamente dichos, Méndez no se ha mostrado al momento como un gran recuperador y casi siempre le ponen a uno de más manejo que sacrificio al lado.
Creo que la respuesta “es lo que hay” ya se empieza a agotar y el trabajo debería empezar a imponerse. Porque si agarramos la tabla, el puntero es Atlético de Tucumán y atrás lo siguen Gimnasia, Huracán, Godoy Cruz, Patronato y Platense; entonces, no es tanto de apellidos el tema. Sólo el caso de Gorosito, de entre los nombrados, tiene un torneo entero previo con el equipo. Las soluciones tienen que empezar a aparecer o al menos trabajar sobre un plan que se sostenga en el tiempo.