No hay plata. Nada de brillante tiene mi título de editorial de domingo. Ahora bien, no vine a ponerme político ni decir nada de Javier (le guste a quien le guste, o a quien le disguste). No, señores. Pero hay puntos en común, quizás, más allá de la frase que en San Lorenzo es carne viva. Y las diferencias también están. El presidente de la Nación, al igual que el del club, armó una campaña rápida y ganó las elecciones. El de los pelos volados dijo que se venía un pavoroso ajuste, el de los cheques voladores prometió caudales, sponsors y equipo suntuoso. Hay coincidencias y disidencias. Pero es claro que, consecuencia de jugar para la tribuna y después tirar la pelota a la tribuna, Moretti no tiene más escapatoria que un ajuste feroz. Y todo está en venta, nada ni nadie está exento. Ya se fueron (si no me olvido de alguno): Chila Gómez, Campi, Blanco, Bustos, Sosa, Hausch, Leguizamón (a nada de salir), dicen Barrios y quizás Remedi. Incluso el chico Arias me comentaban ayer. Es escandaloso.
Un presidente tenía un plan, el otro más bien quedó expuesto como un planero de la improvisación (salida de Insúa, cheque/transferencia a Independiente Rivadavia y otros grandes éxitos). La llegada de una marca que vista al club se enrareció también: el primer equipo salió a jugar una fecha con “ATOMIK” en la espalda y no tardó en llegar el llamado de Don Pipa Nike: “¿Qué hacés, maestro? No podés poner una publi de ropa deportiva…”. Duró menos que la gestión Romagnoli. De todas maneras, es sabido que la bella reputación de la marca americana ya es re puteada por el público porque nunca hay nada en las tiendas. Entonces, digo, tampoco me duele tanto Atomik si va a haber producto en las vidrieras. Penalty, San Lorenzo, Nanque… y ayer la publicación de @enunabaldosa reventó el cuervómetro camboyano.
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Para no ahondar más en la ruina y dejarle un lugar sin mueca de tristeza al domingo, rápidamente comento que en redes sociales está el básquet del Cilclón a poco de hacer una colecta para tratar de seguir vivo en 2025. Y como dije de no ofrecer una carta de “corchazo”, hoy no hablaremos de la auditoría, de la vuelta a Boedo, de la salida de Pipi, de la rifa de jugadores ni de los sueldos de los empleados. Lastimosamente, lo veremos en tele, lo escucharemos en la radio y así.