San Lorenzo volvió a mostrar un juego muy pobre y regaló dos puntos en el final. El gol del Ciclón lo convirtió Alexis Sabella.
No es fácil rescatar actuaciones individuales cuando el conjunto es tan exiguo en oferta. Diré que la cuestión de la personalidad y la actitud ha cambiado para bien, pero no podemos premiar lo que debería ser lo mínimo. Aún así, el ejercicio de reconocer lo bueno, entre tanta malaria, es saludable. San Lorenzo llegó al tercer partido sin derrotas con 5/9, pero la sensación que deja el equipo nunca es buena. Y tampoco coincido con quienes dan por hecho que El Ciclón tiene un plantel malo; hay 11, 12 o 13 jugadores que sirven, pero están mal barajados.
En ese contexto, al que le agrego las bajas de última hora, hay que hablar y felicitar a dos jugadores puntualmente: Fernández Mercau y Sabella, en ese orden. El corredor zurdo es muy digno de mención. El improvisado lateral le pone un compromiso y despliegue envidiables y expone a algunos compañeros. Ayer no sé si perdió alguna pelota y siempre fue salida clara. Evidentemente su formación como jugador más creativo y de ataque le dan ese plus que tanto le ayuda al equipo. Con Rojas recuperado o Pitton en nivel aceptable, será bueno verlo más en campo ajeno.
Y el que casi siempre recibe sus pases o le abre espacios para que pase es Sabella. El 40 ya tiene dos goles por patear de afuera, cuida bien la pelota y es pícaro: te aleja el balón como lo hacía Riquelme y también tira buenos centros. Montero siempre lo tuvo como primer cambio y, a mi juicio, no puede salir del once titular.
Amén del foul de bruto que regaló en la puerta del área el partido de Pitton fue aceptable. Y mejor fue el de Donatti, que venía de hacer otro bueno en Saavedra.
La derecha no funcionó en ningún nivel del campo: Peruzzi, Herrera y Cerutti hicieron partido para perder titularidad, pero, muy a mi pesar, parece que el DT confía mucho en el 7. En fin, la bocanada fresca es la banda izquierda y esperemos tenga continuidad.