San Lorenzo perdió frente a Lanús, que ocupa el anteúltimo puesto de la tabla. Los errores, la falta de ideas y de actitud, fueron causantes de la durísima derrota.
El equipo de Insúa parece amateur. El gol que le hicieron en el primer tiempo, no se puede permitir. Es increíble, pero por fin tuvimos una jugada preparada (después de muchos años), y la hacen mal. No se puede entender como hacen subir a todos los defensores y tocan en corto, al medio y la pierden. San Lorenzo parece un grupo de amigos que se junta los fines de semana a jugar un torneo en el barrio. Muchos van a decir que no hay jerarquía y es cierto. ¿Pero, Lanús tiene jerarquía? ¡Va antepenúltimo y perdemos por un gol insólito!
Basta de explicar que nuestro equipo está conformado con un 70% de juveniles. Ya dejó de ser algo comprensible y parece una justificación por la falta de triunfos. San Lorenzo dejó de empatar y ahora perdió su segundo partido consecutivo. Obviamente, siguen los cambios insólitos y que no suman para modificar el juego, vamos a seguir lejos de conseguir una victoria.
A falta de un primer tiempo malo, sin ideas y con errores infantiles, San Lorenzo salió a la segunda mitad de una forma peor. Realmente este equipo deja mucho que desear y uno se pregunta: ¿Qué hacen en la semana? Todas las fechas vemos a un equipo que juega cada vez peor, que no demuestra actitud para salir a ganar un partido. De hecho, uno ve la cara de algunos jugadores y se nota que les da lo mismo el resultado, como si estuvieran pensando “juego porque me pusieron”.
Me acuerdo de que muchos “celebran” y dicen “el año pasado perdíamos”. Muchachos, ¿Nadie se preocupa por el pésimo rendimiento del equipo? Volvimos a perder, como la semana pasada, pero no parece haber preocupación por mejorar el trabajo: los delanteros siguen definiendo mal, el medio campo es un colador y la defensa deja mucho que desear. San Lorenzo debe hacer un giro de 180°. No sé si las elecciones van a ayudar a que eso pase, pero mientras tanto, Insua debería empezar a girar (desde su lugar) el barco. No solo en los partidos, también en los entrenamientos.
