San Lorenzo venció 2-0 a Central Córdoba en condición de visitante y logró su primera victoria en lo que va del campeonato.
Pasaron tres fechas para que el técnico meta mano en el arco, en la defensa y en el mediocampo. Si bien algunas modificaciones fueron por lesiones y otras por decisión suya, todos (o muchos) estamos de acuerdo en que no compartíamos la idea de sacar a Torrico y poner a Batalla. Sin embargo, el arquero supo cómo tapar las dos o tres pelotas que le llegaron y sinceramente fue una de las figuras. Definitivamente el partido no iba a terminar así sin sus intervenciones. ¿Qué quiero decir con esto? El equipo tuvo otra vez un mal primer tiempo, de hecho, no pateo al arco.
Si bien en muchas cosas estoy de en desacuerdo con el Gallego Insúa, está vez hizo todo bien: entre otras cosas, los cambios cuando correspondían. El técnico cambió algunas piezas y apareció un Ciclón en Santiago del Estero. El ingreso de Iván Leguizamón le dio aire a la tímida ofensiva azulgrana que empezó a despertar gracias al pibe y al Pocho Cerutti, que tuvo un partido fantástico. Ahora: el rival fue Central Córdoba, un equipo inferior a San Lorenzo. No creo que otro equipo nos perdone como hizo el ferroviario hoy. Espero que la confianza del triunfo siga hasta el domingo, que el técnico no cambie, que deje las cosas como terminaron en Santiago del Estero y podamos seguir sumando.
La próxima fecha recibimos a Tigre, un equipo complicado que va a venir a ganarnos. Sin embargo, confío en que el equipo (por más que sea crítico de él) va a salir a buscar cortar esa racha de diez partidos sin ganar en el Bidegain.
¡Vamos Ciclón, carajo!
