Siesta de sábado por la tarde

Nos cambiaron el horario del partido, al horario de la siesta. Hicieron bien, porque el primer tiempo fue para irse a descansar. Ningún equipo logró patear al arco y parecía que la idea de Dabove y Milito era que sus jugadores se disputen la pelota solamente en la mitad de la cancha, algo muy aburrido. A pesar de eso, nos vimos sorprendidos por esa jugada aislada en la que bajó un Ángel y nos permitió gritar ese gol tan esperado, aunque muchos tardamos en gritarlo porque pensamos que había pegado en la parte de afuera del arco. Ya está, nos invadió la alegría y nos olvidamos del aburrimiento. La tranquilidad llegó, pero el enojo por el mal juego de algunos jugadores y falta de caracter siguió hasta el minuto final.

En el segundo tiempo seguí viendo al mismo San Lorenzo qué esperaba al Bicho de forma sumisa. A pesar de eso, Jalil Elías sorprendió y casi nos da la tranquilidad con un segundo gol. Poco después, con SEIS defensores en nuestra área, Hauche metió el empate, increíble, siempre lo mismo. En vez de reaccionar y empezar a atacar al rival, San Lorenzo siguió haciéndonos sufrir y ellos atacaron, claro; les dejamos los espacios. Cinco minutos después, cuando teníamos que salir a buscar el segundo gol para romper el empate, Dabove sacó a Troyansky, Óscar y Ramírez: ¿PARA QUE? Si el único ofensivo que entró fue el Alexander Díaz, ¿Se habrá conformado con el empate? No lo se, pero el poco fútbol que hubo hoy en el Bidegain, fue una vergüenza. Esperemos que el miércoles se vea otra cara, porque jugando así, lamentablemente no creo que lleguemos muy lejos. ¡A LEVANTAR LA CABEZA!