«SI ME TIENEN QUE DAR UNA PATADA Y ME TENGO QUE IR YA, LO ACEPTARÉ»

Uno de los entrenadores interinos de San Lorenzo, Diego Monarriz, habló en conferencia de prensa luego de la victoria ante Newell’s por 3-2 e hizo un balance sobre su desempeño a cargo del primer equipo, y se refirió a su futuro y a la adaptación de los juveniles.

Ramiro Souto

En el Nuevo Gasómetro junto a su gente, San Lorenzo le puso punto final a un Torneo para el olvido con una valorable remontada frente a Newell’s: «El partido se hizo difícil. Siempre sufrimos. Pudimos ganarlo, pero me parece que se nos dio, que le pudimos dar una pequeña alegría a la gente y no pudimos ir en paz», manifestó Monarriz.

Siguiendo con este tema, el DT opinó sobre la polémica actuación del juez del encuentro, Fernando Espinoza: «Simplemente resalto que no vi jugadas tan, tan claras como para saber si se equivocó o no».

«Los juveniles que juegan se tienen que hacer grandes rápidamente, pero hay procesos de maduración que llevan su tiempo. Ante un cambio importante y drástico que se ha tomado de decisiones, se determinó la reducción del plantel. Y ahora se tienen que sumar los chicos, con los grandes que tenemos en el equipo. Pero hay que llevarlos de la mano. No es fácil. Acá no sirve de nada decir que los hicimos debutar, a mí lo que me importa es que se asienten, que tengan un lugar en San Lorenzo y que el día de mañana puedan pegar un salto al exterior. La situación nos ha llevado a que haya cada vez más chicos», comentó respecto a la inclusión de los chicos en el plantel profesional.

Y además, agregó: «Lo más importante de todo, es que los chicos tengan su proceso para madurar y que se evalúe bien cuándo es el momento de ponerlos en primera. Lo importante es que sostengan los grandes, pero que los chicos cuando entran, puedan aportar lo suyo también; que den energía, aire fresco y ese cambio de ritmo que siempre hace falta. Los jóvenes entran con todas las ganas, pero no hay que creérsela porque el bife está a la vuelta de la esquina. Estar en la primera de San Lorenzo con dos, tres u ocho partidos, no es aún tocar el cielo con las manos. Hay que tener los pies sobre la tierra; estar preparados, entrenar, ser buen profesional, cuidarse, ser buen compañero. Hay que hacer muchas cosas que conllevan el hecho de ser un buen futbolista. No podemos permitirnos fallar desde ahí. Hay que formar y educar».

«Nos tenemos que quedar tranquilos porque algunos puntos más tendríamos que haber tenido en este campeonato».

En cuanto a su labor al frente del plantel, el ex ayudante de campo de Eduardo Coudet, expresó: «Nosotros tratamos de trabajar con honestidad y somos de adentro del club, del riñón. Después, pueden contarla como quieran. Lo sufrimos más que nadie desde adentro o de igual manera que la gente que lo vive desde afuera. Si me tienen que dar una patada y me tengo que ir ya, lo aceptaré. Hoy tengo la tranquilidad de saber que dejé la vida, que lo sigo viviendo con pasión y, más que nada, que entiendo lo que siente el hincha. Lo más importante es que apoyo la cabeza y duermo tranquilo. Nací en este club, lo he dado todo. Desde chico que vengo a la cancha; vi pasar de todo acá. Soy un privilegiado por estar en donde estoy. Me pone muy mal cuando me putean, pero también me pongo a pensar en que el objetivo no lo hemos cumplido».

Y, apuntó: «Es feo cuando en los medios lo llaman a uno de ‘interino’. Ahí mismo pienso: ‘Llamáme por mi nombre. Yo a vos no te digo pasante, o cosas por el estilo’. Ya está; ¡andá al punto! Tuvimos un 2021 horripilante, feo por donde se lo mire. Esperemos que podamos arrancar con energía positiva el 2022».

«Es más lo que el club me dio a mí, que lo que yo le di al club».

Por último, ante la pregunta sobre si desea continuar en el cargo, respondió: «No aceptaría si me ofrecieran seguir en el cargo. Lejos de eso. Ya está. En la semana me juntaré con Mauro Cetto y ahí definiremos cómo sigue todo y el plantel, a la persona que venga, le brindaré todo lo que este a mi alcance. Después, le diré que llega a un equipo grande, que si tiene la suerte de meter una serie de buenos resultados, hay que ir soltándose cada vez más. Además, tiene que saber que yo no estoy con un serrucho atrás para quitarle el lugar a nadie; que no me mire de costado. Que me pregunte lo que me quiera preguntar, con seguridad. Este club es hermoso y pasional. Es para pocos. Hay que tener todo bien puesto para venir a dirigir acá».