Día a día y cualquier ciudadano habla del sentido de partencia, pero si hablamos del sentido de partencia en el fútbol en varias oportunidades se habla del faltante y desde ahí parten las criticas. “Estos pibes suben a primera y ya se quieren ir”, “Se suben a una nube y se creen que por llegar a primera, tener cinco minutos ya están salvados” y así, miles y miles de frases más que se pueden escuchar de los fanáticos o hasta algunos que dicen acompañar a los pibes desde infantiles, u otros que solo se quedan criticando desde su casa sentados en una computadora y dejándose comer la cabeza por el que dirán sin tener información.
Pero yo me pregunto:¿La culpa realmente la tiene este grupo de trabajo?, ¿No tienen sentido de partencia los pibes que salen de San Lorenzo?, ¿Qué pasa con los chicos cuando pasan de reserva a primera?, ¿Los acompañan? En el medio del caos que hoy atraviesa San Lorenzo por peleas internas entre la actual dirigencia y mismo desde los opositores que forman nuevas agrupaciones y no muestran ideas a un año y medio de las elecciones( sólo se ve desde la virtualidad críticas destructivas y no constructiva). Porque a veces, por egos o por querer estar en el lugar del otro, se olvidan que lo importante es San Lorenzo y que todos actuales y futuros deberían estar tratando de buscar una salida positiva para este mal momento y no viendo la forma de pegarle al de al lado. Repito, ¡San Lorenzo es el único que importa y los egos quedan de lado!
Ahora bien, volvamos a los pibes. El grupo de trabajo comandando por Fernando Kuyumchuglu, llega a su fin luego de nueve años de gestión. Staff que supo conformar Marcelo Tinelli y que, tras su salida, serán desvinculados. No se puede negar ( hablando de resultados) que luego de estos años de trabajo San Lorenzo volvió a estar dentro de los primeros puestos tanto en la tabla general como en cada una de las categorías. Como tampoco se puede dejar de marcar algunas salidas de jugadores pocos claras y confusas, como fue la perdida de Pancho Bonfliglio.
A su vez, durante estos años de trabajo el club solo puedo vender a Aldofo Gaich, Matías Palacios, Marcos Senesi al 100%, mientras que dejo ir a Germán Berterame, Tomás Conechny, Emanuel Maciel, Gianluca Ferrari, Tomas Cardona y a tantos otros que aún se encuentran a préstamo o que llegaron tras una captación como es el caso del Mágico González y luego terminó residiendo contrato. En el medio, el plantel profesional quedaba eliminado de copas internacionales, Copas Argentinas y había un cambio descomunal de técnicos y jugadores.
Y ustedes seguro se estarán preguntando: ¿y esto en que repercute a la hora de vender? Influye, porque no es lo mismo vender a un pibe fogoneado en la Selección juveniles de Argentina, que vender a uno que juega como internacionales o que tu equipo principal se encuentra jugando cosas importantes. No fue el caso de San Lorenzo.
Con el correr de los años cada uno de los juveniles pasa por diferentes momentos, varios llegan con apenas 12 o 13 años y van creciendo acompañados del encargado de la pensión, los profes y sus compañeros de turno, otros se van uniendo por seguir peleando por sus objetivos y con el correr de los años y cuando llegan a sexta, quinta, cuarta o reserva. Todo se va poniendo más duro, porque es el momento en donde maduran y tiene que demostrar para que están.
Luchando para llegar, llegan los representantes, los pocos o un directivo presente que empujan para que el pibe firme su primer contrato. Mismo llegan pibes de otros equipos o provincia con contratos ya firmado. Raro, pero eso lo contaremos en otra ocasión. Los pibes cuando llegan a esta edad, comienzan a rotar y muchas veces son criticados por sumar a pensar 5 o 10 minutos en el plantel de primera.
Otros llegan, solo entrenan y con la variación de entrenadores, de jugadores en primera se quedan sin sumar minutos en el equipo que lo vi nacer y se terminan yendo por la puerta de atrás. Ya sea por traer jugadores experimentados o algún negociado, porque esto es fútbol, no seamos ingenuos.
La historia de la salida de los juveniles en San Lorenzo, se repite año tras año y siempre es la misma historia, con poca presencia dirigencial, poco acompañamiento para los pibes, pocos minutos en el plantel de primera y muchas veces tapados por otros jugadores, y es así que este conjunto de situaciones hace que ellos piensen en su futuro. La vida de un jugador no es larga. Y esto hace que a la hora de renovar, todo esto se tenga en cuenta y muchas veces quieran salir corriendo del club.
Todo no pasa por el sentido de partencia, como se dice por ahí. Son pocos los que están y lo que saben. En cuanto a crecimiento global de los juveniles, hoy el club es considerado de lo más importantes y en cuanto a las ventas o salidas rápidas, hay que tener en cuenta varios puntos antes de ponerse a criticar. Hay que analizar situaciones
Ojalá, el grupo de trabajo confirmado desde hace dos meses por comisión directiva puede encontrar a alguien con capacidad para seguir formando y cuidando el patrimonio del club y que no sea alguien que no tenga CAPACIDAD para formar jugadores y que no sea algún ex jugador, solo por querer hablar de sentido de pertenencia. No es por ahí, San Lorenzo.