SAN LORENZO Y UNA NOCHE PARA EL OLVIDO

Nueva derrota, nueva noche caótica, vieja noticia para los hinchas de San Lorenzo. Repetidos errores, planteos que no rinden y nombres intrascendentes que visten la camiseta del Ciclón. Claro que es fácil despotricar cuando el equipo cae de local, pero realmente lo que vimos en el Gasómetro fue nefasto.

Es complicado analizar el juego que pregona el equipo en cada encuentro, pero más complicado es obtener algún calificativo positivo que abarque los 90 minutos. Son destellos, son casos aislados los que podemos destacar, al menos de la derrota frente al Tiburón. Lejano en el tiempo quedó la última victoria por el torneo local en el Bidegain, donde se veía algo distinto, un juego efusivo, insoportablemente ofensivo. Ahora San Lorenzo está inmerso en sus propias carencias. El hecho de apostar a diferentes competencias y una la rotación deja al descubierto la carencia ideológica que tiene el plantel.

Una línea de cinco defensores, donde de manual se espera que tanto Peruzzi como Pittón ejerzan presión por las bandas, no fue ni por asomo una variante de ataque. Los hermanos Romero volvieron a jugar juntos, pero salvo por algún centro a la cabeza de Rosane y un remate de media distancia, no han marcado la diferencia con Aldosivi. Monetti no tuvo una noche agitada, por suerte para él y todo Boedo. Mas allá de no tener la totalidad de la culpa en el segundo gol, pareció que podría haber hecho un poco más en el remate del primer tanto del equipo de Gago.

Sobre el final, cuando el empate no caía tan mal luego del gol de Di Santo, Diego Rodríguez perdió la marca, no cometió falta y quedó desparramado en el suelo para que Contreras ( ex pibe de la casa) selle la victoria del tiburón. Tantos errores no se pueden seguir permitiendo, como tampoco se puede seguir perdiendo. El solo hecho de seguir en la Libertadores, le da aire a este plantel, al cuerpo técnico y no hay que olvidarse, también a la dirigencia. La apuesta es válida, pero hay que ajustar las tuercas y pegar el volantazo en carácter urgente. San Lorenzo no puede seguir perdiendo puntos por especular, el promedio adelgaza y la bronca del hincha aumenta.