«No me pongo plazos»

Jorge Almirón habló en conferencia pero no fue el único durante la noche en el bajo Flores.

Abatido y desganado, así se presentó Jorge Almirón en la conferencia de prensa. Luego de una larga espera y varios rumores que corrieron por los pasillos del Bidegain, el Dt azulgrana se presentó en la sala Osvaldo Soriano y brindó algunas palabras a la prensa y en especial a los hinchas de san Lorenzo.

Foto: @clickupsports

La derrota caló hondo, no solo por el resultado, sino porque el gasómetro habló y se expresó como hacía mucho tiempo no se oía. ¿Con Razón?  Puede ser, la gente sigue acompañando a un equipo apático y con reacción tardía. Se pidió tiempo, tolerancia y paciencia para ver la mano del técnico y por lo que se refleja dentro de la cancha, hablan dos idiomas distintos, (principio nato de la comunicación entre individuos).

«Lammens es mi jefe, es el que toma decisiones. Siempre hablamos, antes y después de los partidos. Somos muy directos» dijo el técnico azulgrana en relación a la charla que mantuvo junto a Matías Lammens post derrota con el bicho. Los rumores de renuncia fueron gritos silenciosos bajo la platea norte. Susurros que fueron perdiendo fuerza con el correr de los minutos y acallados ni bien Almirón ingreso a la sala de conferencia.

«Es un momento delicado, nos duele a todos. Lammens me dijo que hoy fue la primera vez que lo insultaron en un estadio. Está preocupado. Hablamos de fútbol, no de respaldo” Sentenció y hasta se contradijo el DT cuando le preguntaron por dicha reunión con el Presidente.

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«No me pongo plazos. Estoy pensando en el martes. Entiendo a la gente. Está esperando ver algo diferente. Es obvio que la gente se moleste conmigo y con los jugadores. En varios momentos el equipo no muestra rebeldía» Respondió con un semblante molesto (como en toda la conferencia). San Lorenzo deberá comenzar la Copa Libertadores en Perú frente a Melgar y cuatro días después, visitar la bombonera contra un equipo que pelea por ingresar a las copas.

Almirón no se puso plazos, pero quedó claro que el público azulgrana puso fin a la tolerancia y quiere resultados.