Con resultado a favor contra el peor equipo de los 28 no pudo, o supo, aguantar la diferencia y volvió a empatar.
No se puede decir que fue “una fatalidad” ni ese tipo de salida si alguien quisiera presentar ese argumento; no, señor. San Lorenzo dejó que en su casa, un equipo que ahora tiene goles en 3 partidos de 8, se agrande y te maneje la pelota. Eso es lo fatal de la tarde, que termina liquidando el negocio de ganar 3 puntos jugando muy mal al fútbol.
San Lorenzo es dolorosamente inofensivo. Aburre. Centurión es el único capaz de romper el libreto y a veces Martegani. Pero hoy en ningún momento. De hecho, Marta acentuó su falencia peor: no soltar la pelota cuando hay mejor perspectiva de jugada. A Atlético Tucumán lo goleó Racing y Newell’s, es un equipo paupérrimo; eso también asusta pensando en la nula diferencia que San Lorenzo plasmó en el juego.
En el primer tiempo el arquero intervino ante dos cabezazos, con buenas atajadas, pero Torrico también tuvo la suya. Y en el complemento, amén del gol, San Lorenzo no tuvo chances para justificar la diferencia y menos liquidar el partido. Los cambios llegaron tarde, cuando fue evidente como la visita pobló campo rival y le sacó la pelota a los de Troglio.
Adiós chance de clasificarse, otro disgusto para la gente y seguimos invictos de ganar como local. Lamentable versión del equipo la mostrada en la fea tarde de Bajo Flores.