Con la eliminación de anoche, San Lorenzo quedó sin doble competencia a la vista hasta el primer partido de Copa Argentina de 2020.
«Es dificultoso trabajar con un plantel tan largo, no es bueno para el entrenador ni para los jugadores. Veremos qué pasa hasta el último día del libro de pases, sobre todo en Argentina», señaló Pizzi en la conferencia post partido en lo que fue la idea más rica a analizar de cara a lo que viene. Y es lógico lo que dijo, puesto que no se detuvo tanto a explicar por qué el segundo tiempo fue el que vimos, si no más bien a narrarlo. Recalculando entonces en este sentido, veremos cómo se mueve el club en lo que queda del mercado de pases, que es muy poco.
En segunda instancia, lo que todos nos preguntamos: ¿Qué pasó con el GPS del equipo en el entretiempo? Si bien el cambio en Cerro Porteño le sumó a los paraguayos, San Lorenzo le facilitó la tarea adoptando una postura mucho más pasiva y reactiva, que la muy buena impresión que dejó la primera etapa.
Una verdadera pena porque el equipo hizo el gasto, lo hizo bien, pero no pudo liquidar la serie. Y en Libertadores es imperdonable perdonar. Tiempo de seguir trabajando y acomodando el plantel para Pizzi, la propuesta debe ser la del primer tiempo.