San Lorenzo se convirtió en el último tiempo en el único club grande que no puede vender a un jugador por más de 18 millones de dólares o euros. ¿Qué pasa? ¿En qué falla? ¿Hay culpables?
Desde hace un tiempo que el hincha, socio, simpatizantes y por qué no dirigentes, nos preguntamos: ¿Por qué no podemos vender? Y sí lo logran Boca, River, Estudiantes, Argentinos Juniors, Lanús y algún otro.
Ya son siete años que las divisiones inferiores están bajo la coordinación general de Fernando Kuyumchoglu, que desde hace un tiempo deja un gran interrogante que es la falta de ventas de juveniles, más allá de las buenas campañas en divisiones inferiores e inclusive en la división reserva.
Con la llega de Hugo Tocalli, hace poco más de tres años, el Ciclón sumó un salto de calidad en el club y es una realidad que su gran conocimiento en las divisiones inferiores hizo que varios de los jugadores crezcan dentro del campo de juego y así poder llegar a primera o mismo poder ponerse la camiseta celeste y blanca. Pero volvamos al comienzo. Aún San Lorenzo no pude vender y ya pasaron varios años de aquella venta magnífica por Ángel Correa, que hasta el día de hoy nos sigue generando un ingreso económico.
En situaciones así, es casi imposible no caer en las comparación con el resto de los equipos que sí logran vender.
¿Cómo venden Boca, River y el resto? En algunos de estos equipos, se manejan a través de una gerencia de marketing, permitiendo que se puedan mostrar a los jugadores sin necesidad de que hayan tenido algunos minutos en primera división, además de ser invitados al exterior para poder disputar algunas competencias durante el año, permitiendo esto también la visualización de los diferentes planteles; asimismo, cuentan con el contacto permanente desde la primera división, dirigentes y principalmente del manager del club en todas sus disciplinas.
En San Lorenzo todo lo antedicho no pasa: las diferentes categorías no tiene roce internacional, no hay un encargado de marketing, algunos de los representantes se hacen de las suyas y se llevan jugadores en formación, a las divisiones inferiores del Club Atlético San Lorenzo de Almagro no la acompaña la comisión directiva del club y hace que todo quede a cargo en la toma de decisiones (seguramente con algún llamado en el medio) únicamente de Fernando Kuyumchoglu. Esto pasa porque desde ya unos años, no existe una comisión en fútbol juvenil y sólo presencialmente se lo puede ver a Pablo Chiodini.
En la primera, hace poco, quedó expuesto que entregarle la llave a un empleado del club, no sirve. Entonces, nos preguntamos ¿No es hora de sentarse y realmente trabajar? Pero no trabajar para pensar en la mantención de la pensión y el resto de los gastos. Hablamos de trabajar en la confirmación de una comisión en fútbol juvenil que hace varios años no existe, de un compromiso para acompañar a las divisiones formativas desde la comisión directiva y de poder tener una gerencia de marketing que te permita también poder mostrar a tus juveniles y por qué no sentarse con los diferentes equipos y poder tener nuevos conocimientos.