El cambio de marca que vestirá al primer equipo de San Lorenzo generó gran revuelo entre los hinchas, no solo por el diseño de la nueva camiseta, sino por el monto que la marca Atomik acordó pagar al club. En comparación con el contrato que mantenía la institución con Nike, la nueva propuesta resulta inferior en términos financieros, lo que levantó algunas interrogantes.
El acuerdo con la firma norteamericana Nike, vigente hasta el final de 2024, representaba 400 mil dólares anuales para San Lorenzo, con pagos en 10 cuotas y un 15% de regalías por las ventas de indumentaria. Pero, uno de los puntos negativos del contrato con Nike fue la falta de producción en grandes volúmenes, lo que implicó que el club no pudiera recibir las regalías que inicialmente se habían pactado.
El contrato con Atomik tiene una vigencia de cuatro años y un monto total de 1.5 millones de dólares, lo que implica un pago anual de 375.000 dólares. Aunque esta cifra es inferior a la que recibía San Lorenzo con Nike, el club mantiene una expectativa optimista debido a las condiciones del nuevo acuerdo. Según las cláusulas del contrato, Atomik se compromete a fabricar 150.000 camisetas al año y a entregar el 10% de las regalías de las ventas desde el primer producto vendido.
La nueva camiseta de San Lorenzo para la temporada 2025 todavía no se presentó oficialmente, pero se espera que el próximo 21 de enero se haga un lanzamiento en grande. Mientras tanto, en los partidos de verano, el equipo sigue usando la ropa suministrada por Nike.
Las expectativas económicas del club están basadas en un cálculo aproximado que sugiere que si cada camiseta se vende por unos 60 dólares y se logran vender las 150.000 unidades comprometidas, las ganancias rondarían los 9 millones de dólares, de los cuales el club recibiría alrededor de 900 mil dólares por las regalías. Esta cifra podría llegar a un total de 1.275.000 dólares anuales si las proyecciones de venta se cumplen tal como se espera.
Vale mencionar que este acuerdo generó gran expectativa dentro de la dirigencia de San Lorenzo, que confía en que las ventas de la nueva indumentaria permitirán un importante ingreso a las arcas del club. Sin embargo, todo dependerá de la respuesta del mercado y de la capacidad de Atomik para cumplir con los volúmenes de venta proyectados. Habrá que esperar hasta finales de 2025 para saber si las proyecciones económicas se concretan o si el negocio no resulta tan rentable como se anticipa.