El Ciclón empató sin goles en el clásico ante el globo donde jugó más de un tiempo con un jugador más por la expulsión de Giménez.
Una nueva edición del clásico de barrio, entre el Club Atlético San Lorenzo de Almagro y Huracán, tenía lugar en el Nuevo Gasómetro. En un nublado sábado por la tarde, los dirigidos por Damián Ahude salieron a jugar con el apoyo de su multitud como siempre con el siguiente 11: Gill; López, Romaña, D.Herrera, Báez; Tripichio, I.Perruzzi, Rattalino; Cerutti, Cuello y Reali. El único cambio, con respecto al encuentro pasado, fue la salida de Salinardi y la vuelta de Alexis Cuello.
Como todo clásico, el único fue parejo y sobre todo luchado. En mitad de cancha, cada pelota era disputada como si fuese la última por parte de ambos planteles. ¿De fútbol? Poco, también por parte de ambos. La visita estuvo cerca tras un centro y un mal despeje de la defensa azulgrana pero los mismos jugadores del Ciclón pudieron parar el remate antes de que llegue al arco. Por su parte, San Lorenzo probó con dos tiros de afuera del área que se fueron cerca del arco de Galindez. La jugada determinante de la primera parte fue, llegando a la media hora de juego, la expulsión de Luciano Giménez que pegó un codazo sobre la línea y el árbitro Ramírez no dudó en dejar al Globo con un jugador menos. Con la ventaja el equipo de Ayude se apuró de más y le faltó siempre precisión en el último tramo de la cancha. Sin muchas más emociones, nos fuimos al entretiempo en tablas.
Sin modificaciones por parte de ningún entrenador, en el segundo tiempo llegó LA polémica: un claro penal sobre Reali donde supuestamente en la jugada previa hubo un fuera de juego de Cerutti. El VAR revisó, se lo comunicó al juez principal y este anuló el tiro desde los 12 pasos a favor de San Lorenzo. Y si bien el que más lo buscó por lógica fue el conjunto local, careció de ideas para generarle peligro al arquero Galindez que no tuvo prácticamente atajadas. Eso sí, el árbitro Nicolás Ramírez se encargó de, ante un mínimo contacto, cobrar infracción q favor de la visita. Así y todo, la más clara fue para Huracán por un mal despeje de Báez y una solitaria corrida del ingresado Tissera que definió junto a un palo y se le fue afuera. Para el final, fue un córner para cada uno que no llevaron peligro y el juez se terminó sacando el partido de encima. Fue final, sin goles entre San Lorenzo y Huracán en un partido trabado en el que faltó claridad y jerarquía. Ahora, a pensar en lo que viene que son otros dos clásicos seguidos y en condición de visitante.