La falta de eficacia fue la clave del empate entre el Ciclón y el Verdao, ya que San Lorenzo contó con siete ocaciones clarísimas y convirtió una sola. Esta noche, la jerarquía de la visita se hizo sentir y se terminó perdiendo dos puntos que pueden doler y mucho.
Después de una dura derrota por el torneo local, el Ciclón debía cambiar la cara y dar un golpe de efecto al empezar la Copa Conmebol Libertadores de América 2024 con un triunfo en su casa y ante uno de los mejores equipos del continente como lo es Palmeiras de Brasil. Es cierto y hay que decirlo, que el equipo Paulista vino con una nómina de jugadores bastante alternativa para esta competencia y jugó, de arranque, con tan solo tres “titulares” en su 11 inicial. Al margen del contexto del conjunto brasileño, San Lorenzo de Almagro debía salir a ‘comérselo’ en cada sector del campo de juego del Nuevo Gasómetro.
En el inicio del juego pasó poco y nada, pero el encuentro se activó con todo tras la primera chance clara de las cinco que tuvo el conjunto de Boedo. A los 15’ Leguizamón envió un gran centro y Bareiro de cabeza la puso al lado del palo pero del lado de afuera. 120 segundo más tarde llegó un mano a mano soñado de Ferreira que se apuró en definir, pero lo hizo de buena manera, y tapó fenomenalmente Marcelo Lomba para enviarla al córner. De ese tiro de esquina, Romaña llegó de atrás y puso la cabeza para hacer delirar a todo el estadio con el primer gol de San Lorenzo en esta Copa Libertadores. Tras el gran desahogo y luego de una jugada preparada de tiro libre que nadie llegó a empujar, el Ciclón era claro dominador del juego. Las alarmas se encendieron cuando Ferreira quedó tirado y amagó a pedir el cambio pero finalmente pudo regresar al campo de juego. Y esta vez de contraataque, ‘Legui’ desperdició una ocasión inmejorable al querer picarla con su pierna inhábil por lo que la terminó tapando el arquero Lomba otra vez. Recién a los últimos 10’ creció Palmeiras y remató dos veces de afuera del área para intentar sorprender a un siempre bien parado Altamirano bajo los tres palos azulgranas. Se vio un muy buen primer tiempo del equipo de Insua, hoy dirigido en el banco por Oste, que se quedó corto con el resultado tras los primeros 45’ minutos.
Sin variantes, San Lorenzo se plantó con un claro 4-1-4-1 en el segundo tiempo aunque la postura fue distinta al primero. Otra vez, se confirmó con la ventaja y le dio posesión y campo al Palmeiras que empezó a crecer poquito a poco. Incluso tuvo dos chances abajo del arco para empatarlo pero definieron muy mal Rony y Gustavo Gómez respectivamente. ¿Y San Lorenzo? El equipo contó con dos jugadas de sus delanteros que fueron más que claras para liquidar el partido a su favor. Herazo remató al travesaño y la pelota picó y decidió salir, 60 segundos después Bareiro tuvo un mano a mano abajo del arco y la tiró por arriba… se desperdició mucho para lo que el Ciclón tenía enfrente. Ya que de manera instantánea, Giay bajó al lateral uruguayo de la visita en la puerta del área. Este se hizo cargo y con un zurdazo exquisito la colocó junto al palo de un Altamirano que voló pero nunca llegó. Como si fuera poco, el equipo estuvo a punto de perderlo pero ahora sí salvó su arco el arquero local con una tremenda atajada a mano cambiada. El banco no se volvió a mover, a pesar de la necesidad de la victoria y el resultado quedó en empate 1 a 1, a pesar de dos remates de Braida que tapó el arquero brasileño. Fue final de un partido donde de 7 chances CLARAS de gol se convirtió una sola y la jerarquía del visitante lo aprovechó para esperar su momento y llevarse un punto que valorará mucho de aquí de Buenos Aires. Ahora, el Ciclón debe, luego de recibir a Defensa por la Copa de la Liga, ir a buscar la victoria a Ecuador. ¿Lo logrará? La sensación es que si define los partidos y se la juega a hacer más de un gol, va a tener muchísimas chances más de ganar en la altura y en cualquier cancha.