Durante el entretiempo del partido frente a Talleres, explotó el vestuario de San Lorenzo. El técnico sacó a los mellizos del equipo.
Tras la finalización del primer tiempo del partido ante Talleres, Diego Monarriz le comunicó al plantel que iba a realizar dos cambios: Ramón Arias por Óscar Romero y Adolfo Gaich por Uvita Fernández. Esta noticia le cayó muy mal a Ángel, el otro Romero y habría dicho: “Si mi hermano no sale a la cancha, yo tampoco”. Ahí, la decisión fue fácil: Uvita se queda en cancha y Ángel Romero sale para que ingrese Gaich.
Los mellizos vieron el segundo tiempo desde el vestuario. Una vez finalizado el encuentro, con la derrota ya consumada, el vestuario azulgrana fue una caldera.
Ningún jugador en la historia de San Lorenzo está por encima de la institución. Se espera que la dirigencia del CASLA tome represalias ante estas actitudes de soberbia que tienen los jugadores. Vale recordar que este es el segundo conflicto entre los hermanitos y el técnico. El anterior fue hace unas semanas porque Monarriz no dejó entrar al suegro de uno de ellos al entrenamiento.
