«No importa cuantas veces te golpeen sino cuantas veces te levantes». Esa frase es de Rocky V, para algún desprevenido, pero si de golpes se habla, este San Lorenzo viene palazo tras palazo. Van sólo tres fechas donde Troglio y el plantel pelean contra todo y todos y aunque hoy se vio voluntad de dar vuelta la página, el Cuervo se fue en el carrito de los lesionados.
El apático empate en Banfield, la derrota sin patear al arco en La Plata y hoy, el duro revés de local contra Defensa. No descubrimos nada sacando a relucir los errores que tuvo el equipo, que a los siete minutos de juego ya perdía 1 a 0, pero si nos vamos a quedar con lo sucedido en el segundo tiempo ¿ Por qué? No solamente llegaron los goles, si no que después de mucho tiempo, la gente se contagió de la actitud del equipo.
Por supuesto que dejando todo, como se dice en la jerga futbolera, no alcanza. Las falencias defensivas dejaban a Casla desnudo y Torrico es el héroe de mil batallas, pero no es mago. El resultado parece mentiroso si hilamos fino. Cuando hablo de ser meticulosos, hay que mencionar cómo los arbitrajes le faltan el respeto a San Lorenzo, pero también la parsimonia a la hora de defender. Dato no menor, este no está ni cerca de ser el equipo ideal de Troglio. Lo sabe, lo sabemos, pero igual el hincha exige. Le urge ver dos pases seguidos y sobre cualquier cosa, ganar. La falta de laterales exaspera y si, ya ni lo cuento a Peruzzi. Es lo que hay.
Pedro lo dejó en claro en la conferencia de prensa : » San Lorenzo tiene que ganar ayer, hoy y mañana» . Celebro que el técnico tenga los pies sobre la tierra, porque da indicios de que no niega la realidad. Algo que suele suceder entre la fauna de entrenadores, pero, por suerte no es el caso. Los plazos de un torneo dividido en dos zonas, acortan los tiempos que claramente necesita el Ciclón y eso puede ser contraproducente con la idea de juego de Troglio. Seamos coherentes, llegó en enero y emparcha el equipo con pibes, porque la gripe, las lesiones y la sal que no para de caer sobre el vestuario.
Se vienen dos fechas con equipos armados, consolidados. Argentinos y River, vaya plato con el que se cruza San Lorenzo. La buena, es que Blandi podría empezar a ser parte del equipo para esos encuentros. La mala, es el poco tiempo para recuperar soldados que tiene el cuerpo técnico. Las urgencias están a la orden del día, los plazos son cortos, pero al menos, hubo un dejo de actitud que invita a pensar que se puede.
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