LA PRESIÓN DE BOEDO

San Lorenzo derrotó 2-1 a Estudiantes de La Plata, con goles de Agustín Martegani e Iván Leguizamón. A continuación, analizamos cómo se paró tácticamente el conjunto de Pedro Troglio.

De a poco el Ciclón empieza a tomar más confianza y a mostrar un poco cual es la idea futbolística de Troglio. Principalmente, hay que mencionar la presión alta que, gracias a ella, Boedo logró marcar los dos tantos de esta noche. El primer gol viene de una recuperación de Martegani en la mitad de cancha, luego el volante abre el juego hacia la izquierda para que Ricardo Centurión lo asista con un pase de caño, y este remate con zurda de primera. Un golazo.

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El segundo gol de CASLA fue nuevamente gracias a la presión. El Uvita Fernández robó la pelota en el mediocampo, y después asistió a Leguizamón que se fue mano a mano con Andújar y definió con un derechazo inatajable. Un lindo tanto para el juvenil que debutó en primera. Un debut soñado.

Tácticamente, el conjunto Azulgrana se paró al comienzo con un 4-4-1-1. La idea del técnico fue que Francisco Perruzzi se dedique pura y exclusivamente a la recuperación de la pelota. Mientras que Nestor Ortigoza sea el encargado de armar juego y ordenar al equipo. Por los costados estaban Centurión y Nahuel Barrios para buscar desequilibrio y asociarse con Adam Bareiro que estaba parado de nueve de área. Atrás del delantero paraguayo, se encontraba el oriundo de Rojas, Martegani, que se paró por momentos como enganche y también de volante de creación, dándole así, una mano al capitán de Boedo.

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Ya en el segundo tiempo, San Lorenzo se mantuvo los primeros minutos con el mismo esquema, hasta que se realizaron las modificaciones. La entrada de Rosane por el número 20 Azulgrana, le dio frescura en la mitad de cancha y ayudó a Perruzzi para que pueda jugar más tranquilo ya que tenía tarjeta amarilla y estaba condicionado en la marca.

El ingreso de Leguizamón por Ricky, fue clave para cambiar el ritmo del equipo. Legui entró 0 kilómetro y predispuesto a correr todos los balones sin excepción alguna. Mismo hasta llegó a ir más rápido él que la pelota. En su tanto, metió un gran sprint, generando que ningún defensor del Pincha llegara a cortarlo con infracción.

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Cerrando un poco con el tema de la ofensiva, Sabella entró para ocupar el rol de Ortigoza, donde su función era el armado de juego. Minutos más tarde, ingresó Uvita y ahí el Ciclón se paró en cancha con un 4-4-2, con el santafesino acompañando a Bareiro en el ataque. Este último, tuvo una buena presentación, corriendo y metiendo en cada disputa. Pese a no tener ninguna oportunidad clara de gol, Adam realizó un juego silencioso y correcto.

También hay que destacar el rendimiento de la defensa y del arquero. Batalla respondió bien en cada centro que le tiraron, y hasta salvó de que le conviertan a CASLA en más de una oportunidad. Por otro lado, Francisco Flores, Gonzalo Luján y Tomás Silva tuvieron un buen encuentro a la hora de defender.

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Párrafo aparte para Jeremías James. El central tuvo mucha personalidad y transmitió seguridad en el fondo. La marca y su forma de ir a cada pelota cautivó a los hinchas cuervos, que rápidamente hicieron saber su conformidad con el juvenil en las redes sociales.

Pese a que esto haya sido un amistoso de verano, el mundo sanlorencista empieza a ver lo que quiere Pedro Troglio para este San Lorenzo y de a poco comienza a ilusionarse.