La caldera no se enfrió ni con la lluvia

San Lorenzo igualó 1-1 ante Atlético Tucumán en el Pedro Bidegain. El equipo se fue silbado y al grito de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

Lo que debió haber sido una fiesta, terminó siendo una caldera a punto de explotar, mientras que la gloriosa hinchada de San Lorenzo acompañó el equipo ante el equipo que ocupa la última posición de la tabla. Tanto los Cuervos, como las Cuervas, alentaron durante los 90 minutos y se empaparon por la lluvia. Una vez más, el triunfo estuvo en los cuatro costados de la cancha. Pero lamentablemente, los tres puntos no llegan por cantar, sino; el Ciclón sería campeón de punta a punta de todos los torneos.

Ramiro Souto

Como siempre, se alentó y no se insultó a ningún jugador, a pesar de que algunos no estuvieron en su mejor nivel. También Troglio hizo los tiempos tarde. Una vez más, pero tampoco se le cayó al técnico. Todo lo contrario, el aliento, que empezó en la previa del partido con los granaderos y los sobrevivientes de Malvinas se incrementó con el gol de Centurión. Lamentablemente, el gol de los tucumanos, fue la mecha de la bomba que estaba por explotar. Por otro lado, cuando el equipo salió a la cancha, muchos panfletos cayeron en la Platea Norte fomentando la marcha del 7 de abril en el Ministerio de Turismo y Deportes.

En el final del encuentro y con el partido consumado, muy pocos hinchas aplaudieron de forma tímida, mientras que la gran mayoría despidió al equipo con silbidos y un claro mensaje para la dirigencia: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” y algunos insultos para Matías Lammens y Marcelo Tinelli.

Ramiro Souto

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