Kill Banfield

San Lorenzo visita a Banfield en el debut de la Copa de la Liga, que marca también el estreno por los puntos del ciclo Troglio.

Al Sur, para dar el puntapié inicial de un torneo que ya no se llama como tal, que es un engendro de 28 equipos, que todos sienten que pueden ganar. Pero al norte, para darle un ídem a los objetivos del fútbol, fueron a buscar un DT que no dudó y dio el sí en una ráfaga por Buenos Aires; se casó con su actual mujer y, de paso, se puso de novio con la gente del Ciclón.

@SanLorenzo

Hubo un innegable amor de verano que, como bien dijo él (claro protagonista de la pretemporada), dependía de conseguir rápidos resultados, que llegaron. Tanto como incorporaciones que nadie tenía en el radar: no porque no se conocieran, sino porque resultaban impensadas o imposibles. Por suerte, todos disponibles desde hoy (Blandi el único a recuperar rápido y con llegada demorada por el Gaich Gate).

Peña y Arenales, escalones de una cabecera de las empinadas que no pisaremos. Tengo unas ganas gigantescas de ganarle a Dabove y, por consiguiente, al local. Lo lindo de que sea viernes, la incertidumbre del resultado del que depende el humor del fin de semana, la revancha rápida entre semana por Qatar, el volumen de juego que todos queremos catar, vino y picada de por medio.

Dupla de verano

La mesa está servida, es hoy. No se puede ir, por lo que la campaña de visitante no es más que una serie a ver por tele; sugerencia: buena compañía y a no ponerse impacientes con el argumento y los personajes supuestamente principales. Y lo mismo para las redes, que sean solo la de los arcos ajenos que se inflen. Y un viento fuerte es la mejor receta: ¡Vamos Ciclón!