Se igualó 1-1 y pasó un día más sin poder ganar de local. Sin embargo, el Ciclón supo revertir el resultado adverso y salir adelante.
Empezó una nueva ilusión y los Cuervos acompañaron en el Bidegain. La llegada del gallego Insúa trajo aire y confianza, algo que le faltaba al equipo. Sin embargo, no pudo ganar y se quedó con un punto.
Volver a la cancha, sentir el olor de las parrillas, y escuchar el aliento de la gente nos hizo olvidar la situación actual que vive el club. Al menos, por un rato. Sin embargo, cuando emepezó el partido e Independiente tuvo la primera oportunidad a los ocho minutos, muchos nos miramos pensando: “¿Otra vez?”. Pero claro, en el arco estaba Torrico, que nos salvó de no ir perdiendo por más de uno en la primera mitad, a pesar de algunos fallos importantes en la defensa azulgrana.
Abajo en el marcador, el equipo supo salir adelante, ¿Qué habrá pasado en el vestuario? La actitud fue completamente distinta y si bien el rojo nos llegó con chances claras de gol, el Condor hizo su labor de forma extraordinaria. Ahora, llegó el gol de Bareiro, algo muy importante para que tome confianza y pueda asentarse como el nueve de Boedo. A partir de ese momento, San Lorenzo lo pudo ganar. Los pibes mostraron que tienen la capacidad de ser un pilar fundamental para bancar la parada y salir adelante. Eso si, van a necesitar de los grandes.