San Lorenzo perdió en su visita a Paraná por 3-2. El equipo de Insúa tuvo un gran primer tiempo, pero los errores defensivos y la falta de puntería, hicieron que el equipo caiga y que por momentos se desconozca.
Un equipo puede jugar bien, dominar la pelota y hasta tener muchas llegadas al arco rival. Sin embargo, hay una frase conocida que hoy hizo efecto: “los goles que no se hacen en un arco, se hacen en el otro” y así fue en el primer tiempo. Fuimos ampliamente superiores a Patronato, les llegamos varias veces y tuvimos mala suerte (o mala puntería). Durante los primeros 45 minutos, brilló Martegani, que se metió en el once inicial cuando estaba por iniciar el encuentro. Vombergar no tuvo un buen primer tiempo, pero logró su segundo gol en tres partidos. Pero algo a resaltar y que viene ocurriendo en varios partidos, es lo de Cerutti. El Pocho viene demostrando que es una pieza clave y se mata en cada pelota, pero lo falta la definición. Algo que debería entrenar en la semana, porque puede ayudar mucho al equipo del Gallego. A pesar de tener un buen juego ofensivo, llegó el gol de ellos. Nos robaron la pelota, empezaron a pasearla a lo ancho de la cancha y encontraron el gol abajo del arco. Era imposible que Batalla la saque, pero la defensa…miró como la pelota cruzó toda el área azulgrana. En conclusión: San Lorenzo mereció irse al vestuario ganando, pero las desatenciones y las fallas defensivas, hicieron que se sufra, como siempre.
Los primeros segundos del segundo tiempo, fue lo peor de lo que vi en mis 31 años de vida. En 3 minutos, nos hicieron dos goles y no tocamos la pelota. Nos empezaron a dominar y nos pasaron por arriba. San Lorenzo parecía un equipo de intercountry. Sin embargo, el gol en contra nos metió en partido otra vez. A pesar de volver a manejar los hilos del partido, nos volvimos a errar goles, como en el primer tiempo. Así, es imposible ganar.
Por último, no entendí los cambios de Insúa. El técnico azulgrana metió mano en los nombres, pero no hubo una mayor influencia en el área rival, donde teníamos que meter el gol del empate. A pesar de eso, metió a Campi por Hernandez, ¿para qué?, después lo sacó a Martegani, que era la figura y metió a Maroni, que se encargó de meter los centros desde los córners. Bah, «centros», porque eran pases a los tobillos, sin aprovechar la altura azulgrana.
San Lorenzo cayó una vez más, pero sin que le roben, como contra Barracas. Esta vez, los errores fueron 100% azulgranas, aunque no mereció la caer derrotado. En la semana, habría que entrenar algo de definición, digo…
Foto de portada: @ClubPatronatoOf