San Lorenzo dejó el invicto en Vicente López en una tarde difícil de explicar.
Nada cuadró en los carriles de la lógica. Ni los goles que San Lorenzo se hizo solo, ni la falta de picardía para aprovechar situaciones, digamos, psicológicas que se dieron por el impresentable arbitraje del sobrino de Beligoy. Cuando Platense queda con 10 jugadores y en el mismo tiro libre de la sanción se consigue la igualdad, no podés no mantenerla hasta el entretiempo, cuando empieza otro partido. Y Cuello no puede dejar otra vez al equipo con 10 por la misma idiotez que lo hizo por Copa Argentina. Tripichio, en tanto, con bastante más recorrido y partidos encima, tampoco puede regalar tan livianamente la pelota que luego termina en el 2-1. Amén de que después la jugada es más larga y nadie sigue a Martínez.
Por otro lado, es agotador el humo de Platense y todo lo que profesa que va contra el fair play, con el ridículo del arquero simulando una lesión después de protestar la jugada del capitán y sentándose al lado del árbitro. San Lorenzo lo pierde solo, no hay dudas de ello, pero el contexto es una fantochada inadmisible. Porque la próxima fecha este intento de árbitro vuelve a ser designado para dirigir como si nada hubiera pasado.
San Lorenzo tuvo todo el segundo tiempo para empate el partido y no supo cómo: un tirito de Reali, la que Tripichio agarra llegando por el segundo palo, un remate alto y débil de Vombergar, el final tirando al área todo lo que se pudiera buscando al 9 y Herazo. Ladstatter jugó mal, a mi modo de ver, porque no produjo nada para ninguno de sus compañeros. Quien me lee sabe que Cerutti no me gusta, pero venía dándole más al equipo. Gulli entra y hasta ahora no filtra un pase claro ni queda cerca del gol. Perruzzi siempre resulta el mejor y López va mucho más hasta el fondo que Herrera en la comparación.
Tarde llena de cosas raras y la vuelta de la gente en condición de visitante, que siempre está a la altura de las circunstancias y colmó esa cabecera con color y calor. Báez hizo la pirueta extraña en el 0-1 pero se pudo sacar la bronca gritando el gol con la hinchada al lado. Viene Instituto y hay que seguir armando el grupo. Hoy fue una versión desdibujada.
