«HICE LA PROMESA DE QUE SI TODAVÍA ESTOY VIVO VOY A ENTRAR DE RODILLAS AL NUEVO ESTADIO».

Héctor «Gringo» Scotta, una de las Glorias de San Lorenzo, dialogó en los micrófonos de «San Lorenzo de América Multimedio», por AM 1030, Radio Del Plata, y se refirió a sus inicios como futbolista, a su etapa en el club, a su récord en el fútbol mundial, y a la promesa cuando vuelva el estadio a Avenida La Plata.

Héctor Scotta es uno de los máximos ídolos y goleadores de la historia de San Lorenzo. Con la camiseta azulgrana, el «Gringo» logró tres títulos, gritó 140 tantos, y en 1975 anotó 60 en una temporada, récord absoluto en el mundo que aún no pudo ser superado.

«Jugaba de ocho en Unión de Santa Fe. Cuando vine a SanLorenzo estaba Rogelio Domínguez y en un entrenamiento me dijo que me quería probar como puntero derecho, y me costó muchísimo, puteadas, que me vaya a Santa Fe de vuelta, después le dije que quería volver a mi puesto. Cuando llegó Juan Carlos Lorenzo empecé a andar bien», contó el ex delantero.

Además, agregó: «Alternaba de posición, a veces jugaba de nueve, otras de puntero derecho, con (Rúben) Ayala, después vino el Lobo (Rodolfo) Fischer, siempre jugué de siete o de nueve».

«De chiquitito le daba a la pelota continuamente desde que me levantaba hasta que me acostaba. La familia Scotta era toda futbolera, mi padre fue arquero, los hermanos de mi papá tambien jugaron al fútbol, después había que trabajar en buscar dirección», reveló.

Respecto al récord de los 60 goles convertidos en 1975, el ex Sevilla, Ferro, Boca, Deportivo Armenio, All Boys y Estudiantes de Caseros, entre otros, dijo: «Sigo teniendo el récord de los 60 goles en un año. Teníamos un gran equipo, un puntero izquierdo como el Negro (Oscar Alberto) Ortíz que me ayudó muchísimo en esos 60 goles».

«Jugué con grandes jugadores, contra grandes jugadores como Cruijff. No sé, hoy valdría mucho pero no cambia mucho. Messi es el mejor del mundo, es un enorme goleador pero todavía no pudo hacer los 60 goles en un año, ja», respondió ante la consulta de cómo sería un jugador como él jugando en la actualidad.

En cuanto a su nieto Valentino, lateral derecho que milita en el Sevilla Atlético de la Segunda División B de España, comentó: «Anda muy bien, él sabe lo que tiene que hacer, es un chico que se cuida, que está metido en el fútbol. Consejos no le doy. Ya debutó en Primera en un amistoso».

«A partir del 80 para acá creo que sí se dejó de jugar por amor a la camiseta. Antes jugábamos por la camiseta porque nos costaba cobrar, nunca le hicimos problema a SanLorenzo. Me fuí a Sevilla y San Lorenzo me quedó debiendo un par de meses y nunca le hice problema. Hoy en día se maneja mucha plata, mucha fortuna y a los clubes les cuesta», comparó a los jugadores de antes con los actuales.

Respecto a su sentimiento por el Ciclón expresó: «A San Lorenzo lo quiero, lo llevo adentro, es una institución que a mí me largó a la fama, que me dio la posibilidad de jugar en la Selección, de ir al Sevilla».

«Yo me abrazaba cuando hacía los goles con la gente, con los abuelos que estaban en la Platea atrás del arco, por el alambrado nos agarrábamos las manos, por eso me gustaba jugar en el Viejo Gasómetro porque estabas en contacto con la gente», recordó el oriundo de San Justo, Provincia de Santa Fe, sobre la experiencia de haber jugado en el estadio de Avenida La Plata.

Por último, el «Gringo» habló del sueño de todos los sanlorencistas, la vuelta a Boedo: «Hice la promesa de que si todavía estoy vivo voy a entrar de rodillas al nuevo estadio», cerró.