Con el plantel en receso, San Lorenzo espera oficializar a su próximo entrenador tras la renuncia de Miguel Ángel Russo, cuya salida del Ciclón tras la eliminación en la semifinal del Torneo Apertura 2025 ante Platense dejó un escenario de incertidumbre. La partida de Russo, cerrada con un acuerdo de 900 mil dólares por su contrato hasta diciembre de 2023, marcó el fin de su ciclo en Boedo y el inicio de su nueva etapa en Boca Juniors.
Tras negociaciones entre San Lorenzo y los abogados del entrenador, el pago permitió resolver la desvinculación, que estuvo rodeada de polémica por versiones que vinculaban a Russo con el Xeneize antes del duelo ante el Calamar. En su presentación como DT de Boca, Russo aclaró: “Tenía decisiones tomadas de antemano, pero Boca aparece después de que yo quedo eliminado, no antes.” Desmintió rumores y afirmó: “Muchas cosas se han dicho que no son verdades. La gente del fútbol siempre respeta tiempos.”
Russo destacó su relación con Juan Román Riquelme, presidente de Boca: “Román siempre me llamaba porque hemos mantenido una relación de fútbol muy cerrada.” Subrayó los códigos del fútbol: “Todos los que estamos en fútbol mantenemos un montón de cosas porque siempre buscamos competir. Busco siempre lo mejor.” Sus palabras intentaron despejar dudas sobre las especulaciones que marcaron su salida de San Lorenzo, donde dejó un legado de compromiso pese a no alcanzar el título.
Mientras Boedo se prepara para su próximo desafío en la Copa Argentina ante Quilmes, la dirigencia, encabezada por Julio Lopardo, trabaja en la designación del nuevo DT antes del 1 de julio, cuando el plantel retome los entrenamientos. La búsqueda de un entrenador que devuelva la ilusión a los hinchas es clave para un Ciclón que busca estabilidad tras una semana marcada por la decepción y los cambios.