Robo DESCARADO

Anoche en Santiago del Estero pasó lo que el mundo del fútbol preveía: favorecieron al local por su ascendencia en AFA. 

No tienen ningún sentido comentar acciones de juego cuando agentes externos desnaturalizan todo. No tienen sentido que Arasa siga dirigiendo cuando uno repasa todo el daño que hizo en los pasados dos meses porque es servil al poder. No tienen sentido que el dirigente con más poder de Central Córdoba, Pablo Toviggino, amenace a Sebastián Verón en redes sociales como si la AFA fuera de su propiedad. No tiene sentido que hayan expulsado a Romaña por lo que todo el mundo vio en cancha o por televisión. No tiene sentido el informe de Morón y Madryn. No tiene sentido que le inventaron un título a Central en un escrito de la noche a la mañana tres gordos de traje en una oficina. No tiene sentido que no haya libertad de expresión y los DT vayan apichonados a cada conferencia de prensa. No tiene sentido que dejaron de publicar los audios del VAR hace meses y el inepto de Beligoy ponga felicitaciones en su cuenta de X o Instagram. No tiene sentido el foul que no le cobran a Cerutti. No tiene sentido que hayan dilatado la situación dirigencial del CASLA para llegar a la instancia de digitar así todo. No tienen sentido las declaraciones de Tapia en el evento de Olé. 

En definitiva, como es una avalancha de sinsentidos, la verdad es que pierde la gracia ver el fútbol argentino. Pero como a uno se lo inculcaron tanto de chico y escapa a la razón, los hinchas llenaron la cabecera que se puso a la venta. Y en esto radica lo más canalla de la cuestión: están destruyendo algo genuino que es patrimonio de un país. Empezó a desaparecer un legado familiar y cultural. La condena social está ya muy en la superficie de algo que se venía cocinando y que, como contrapartida a un robo desmedido y desvergonzado que ni se esfuerzan en ocultar, pasará a mayores en un muy corto plazo. Celebro a todos los periodistas que se manifestaron y objetaron los tan aberrantes fallos que el hipócrita de Nazareno Arasa, cómplice del poder, sancionó con cara de póker. Celebro el llanto de los jugadores de San Lorenzo que tenían una ilusión y fueron corridos con malas armas. Ayer San Lorenzo ganaba 1-0 con un golazo de Gulli hasta que decidieron afanarle el partido. La tristeza es grande por la manera, porque quedar eliminado es parte de las reglas de juego. Pero así no.

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